“Guerra por los barbijos”: una batalla que crece en Florida a medida que las infecciones de alumnos

FORT LAUDERDALE, Florida.- Los temores de que el rápido aumento de las infecciones de coronavirus pudiera forzar el cierre de aulas en el estado de Florida ya no es solo una teoría: miles de niños están siendo enviados de regreso a casa, apenas días después de comienzo del curso escolar.

Esto sucede a pesar de que más distritos escolares del estado están pidiendo el uso de cubrebocas, desafiando una prohibición estatal al respecto. Los niños -especialmente aquellos demasiado pequeños para ser vacunados contra el Covid-19- son muy propensos a transmitir el coronavirus, advirtió el doctor J. Stacey Klutts, asistente especial de director nacional de patología y medicina de laboratorio para el sistema salud de veteranos militares.

Klutts dijo que la variante delta, que es más contagiosa que otras, hace absolutamente necesario usar mascarillas en interiores y evitar grandes grupos, por lo que si estudiantes sin protección se sientan durante horas en las aulas, eso pudiera diseminar la infección rápidamente en la comunidad.

“Es aterrador. Temo que vamos a tener a muchos niños enfermos, además de la diseminación que enfermará a muchos adultos”, dijo Klutts.

Juntas escolares en los condados de Palm Beach, Miami-Dade y Hillsborough votaron el miércoles en favor de seguir la pauta de Broward y Alachua con requerimientos de que los estudiantes usen máscaras a menos que tengan una justificación médica.

Este jueves, un juez de Florida dictaminó que una demanda presentada por padres que desafían la orden ejecutiva del gobernador republicano Ron DeSantis que prohíbe los mandatos de máscaras para estudiantes en las escuelas puede seguir adelante.

Miami-Dade, Broward y Hillsborough son los tres mayores distritos escolares del estado, y Miami-Dade y Broward están entre los 10 primeros a nivel nacional en número de estudiantes. Palm Beach es el quinto distrito más grande de la Florida.

Con el condado Orange aún permitiendo que los padres decidan sobre el uso o no de las mascarillas, cuatro de los cinco mayores distritos escolares del estado están desafiando la política del gobernador DeSantis, cuyo gobierno se niega a ordenar el uso obligatorio de cubrebocas.

Los estudiantes comenzaron el año escolar en el condado de Palm Beach el 10 de agosto con una política que permitió, por decisión de los padres, que más de 10.000 niños asistiesen a clases sin barbijo. Pero la junta revirtió la medida tras examinar los números: tras apenas una semana, 734 estudiantes y 112 empleados dieron positivo al Covid-19 y más de 1700 estudiantes fueron enviados a sus casas, dijo el superintendente interino Michael Burke.

Hillsborough, que también inicio las clases la semana pasada, cambió su política en una reunión de emergencia el miércoles tras confirmar 2058 casos y enviar a más de 10.000 estudiantes a aislamiento debido a infección o cuarentena por exposición. En todo el estado, Florida reportó 23.335 casos de coronavirus el martes, dijeron los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC). El Departamento de Salud reportó 17.096 hospitalizaciones por Covid-19.

El presidente Joe Biden dijo que su administración está dispuesta a tomar medidas legales contra los gobernadores que traten de impedir que los funcionarios escolares locales impongan mandatos de uso universal de mascarillas, lo que añade más trabas a los planes de DeSantis de sancionar a los distritos escolares de Florida que exijan a los alumnos que usen mascarilla en clase.

“No nos vamos a quedar sentados mientras los gobernadores tratan de bloquear e intimidar a los educadores que protegen a nuestros niños”, dijo Biden en una conferencia de prensa el miércoles.

Biden acompañó sus declaraciones con un nuevo memorándum que ordena al Departamento de Educación federal que adopte medidas adicionales para proteger a los alumnos que regresan a la escuela, incluida la exploración de “posibles acciones de cumplimiento” contra los gobernadores que quieran impedir que las escuelas sigan las directrices federales.

La administración Biden podría intervenir si los gobernadores amenazaran con retener el salario de los miembros de las juntas escolares, algo que ha hecho el gobierno de DeSantis.

Semanas de tensión

La medida es una continuación de las semanas de tensión entre la Casa Blanca y el gobernador republicano, que ha llegado a nivel nacional, mientras el estado lidia con uno de los peores brotes de Covid-19 en el país y un número cada vez mayor de distritos escolares de Florida impusieron la obligatoriedad de usar mascarilla en desafío a las órdenes de DeSantis.

La Junta de Educación del Estado de Florida dejó entrever el martes la idea de destituir a los funcionarios escolares y retener el salario de los miembros de las juntas y los superintendentes como posibles sanciones, opciones que DeSantis sugirió ampliamente que serían “muy apropiadas”.

Aunque Biden no se refirió a DeSantis por su nombre en el memorándum ni en la conferencia de prensa, hizo referencia a su conversación telefónica de la semana pasada con la superintendente interina de Broward, Vickie Cartwright, y aludió a las amenazas de reducir el salario a las autoridades de educación.

“Si un gobernador quiere reducir el salario de un líder educativo muy trabajador que exige el uso de mascarillas en las aulas, se pueden usar fondos federales para pagar el sueldo de esa persona”, dijo Biden. “Al cien por ciento”.

La disputa ha contribuido a elevar el perfil nacional de DeSantis, señaló el diario Miami Herald, lo que lo convirtió en el tema frecuente de preguntas en las sesiones informativas diarias de la Casa Blanca durante las últimas semanas, y dándole una plataforma para contraatacar a la Casa Blanca por “politizar” el asunto.

Agencias AP y Reuters y diario The New York Times