A un año de haber tomado el poder. Hamas se fortalece en la Franja de Gaza
Sin embargo, no logra superar los efectos del bloqueo económico y cada vez hay más desabastecimiento
JERUSALEN.- Hamas no parece estar por caer. Afianza su control en Gaza y, si bien da a entender que preferiría compartir el poder con otros, logra imponer una dinámica por la cual es el presidente, Mahmoud Abbas, el que pide ahora la reanudación del "diálogo nacional palestino".
Al cumplirse ayer el primer año desde que la organización integrista islámica tomó por la fuerza el poder en la Franja de Gaza, todos los intentos de Israel y de la comunidad internacional por revertir la situación han fracasado. "No hemos hecho más que fortalecernos. No nos iremos. No daremos marcha atrás", declaró Sami Abu Zuhri, uno de los voceros de Hamas.
Una de las señales que indican esa realidad es que, a pesar del bloqueo impuesto por Israel y el cuarteto internacional, Hamas no sólo no ha reconocido a ese país ni a los acuerdos que Israel firmó años atrás con la Autoridad Palestina, sino que además intensificó sus ataques contra el territorio israelí. Casi 4000 cohetes y morteros fueron disparados desde Gaza hacia localidades civiles aledañas a la frontera, desde que Hamas tomó el poder.
Esta actitud ha llevado a la imposición de un estricto cierre de Gaza, que ha afectado seriamente la vida diaria de la población. El efecto sobre la economía ha sido casi absoluto. El Comité de lucha contra el Bloqueo ha informado que el 95% de las casi 4000 fábricas de la franja ha dejado de funcionar, debido a la falta de materias primas.
"Gaza está repleta de edificios a medio terminar, obras paralizadas, porque no hay cemento ni nada más de lo necesario para la construcción", relata el periodista independiente Saud Abu Ramadan, que vive en Gaza.
Las cifras oficiales de las Naciones Unidas indican que por lo menos el 80% de la población de Gaza necesita ayuda internacional fija para sobrevivir. Fuentes palestinas informaron que, por lo menos, la mitad de la población está desocupada y que dos tercios vive bajo la línea de pobreza.
La seria falta de combustible es uno de los aspectos más notorios del cambio en la vida diaria. El periodista Zakaria Talmas sostiene: "Gaza huele a falafel (una de las comidas rápidas más típicas de la zona) porque la gente intenta mover los coches con aceite de cocina usado".
Israel rechaza las acusaciones de los palestinos y de organizaciones de derechos humanos en relación con la seria situación interna en Gaza y afirma que ninguna restricción hubiera sido impuesta de no ser por los constantes ataques de Hamas hacia poblaciones civiles dentro de territorio israelí. "La toma del poder por parte de Hamas ha sido catastrófica tanto para la población de Gaza como para la que reside en el sur de Israel, bajo los cohetes", dice Mark Regev, vocero del premier de Israel Ehud Olmert.
Ataques
Entre los propios palestinos de Gaza, hay quienes acusan también a Hamas y a otros grupos radicales por la situación. "A los grupos militantes no les importa las condiciones de vida de la población", afirma Saud Abu Ramadan. "Una evidencia al respecto es que estos grupos atacan las terminales fronterizas, sabiendo de antemano que eso llevará a Israel a cerrar las terminales y a estrechar así más aún el cierre, endureciendo así la vida de la población."
Al mismo tiempo, hay quienes destacan elementos positivos, cambios para bien, en la situación en Gaza desde el golpe de Hamas. Hay mayor seguridad, nadie roba automóviles y el tráfico funciona ordenadamente. El grupo impone la ley por la fuerza y nadie quiere verse involucrado en problemas.
"Hemos visto uso excesivo de la fuerza por parte de Hamas contra la población, especialmente activistas y simpatizantes de Al-Fatah, sus rivales, aunque no sólo contra ellos. Hay arrestos diarios y torturas en las cárceles", dice Saud Abu Ramadan.
Su conclusión es terminante: "Una de las razones por las cuales la población no manifiesta y protesta contra Hamas es que le tienen miedo".
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