Histórico aporte de tropas alemanas
Berlín sumará 3900 hombres a la coalición antiterrorista y asume así un rol clave
BERLIN.- El canciller alemán, Gerhard Schroeder, anunció ayer el envío de 3900 soldados de su país para la guerra encabezada por Estados Unidos contra el terrorismo, un ofrecimiento histórico que representaría la mayor participación militar alemana desde la Segunda Guerra Mundial.
"Esta es una decisión importante, fundamental y, si ustedes quieren, histórica", dijo Schroeder, quien admitió que inicialmente las tropas alemanas no se involucrarían en combates, un aspecto que produce fuertes resistencias en Berlín.
La participación de Alemania incluiría ayuda en la erradicación de las armas nucleares, biológicas y químicas, unos 100 efectivos de las fuerzas especiales, servicios médicos, transporte aéreo y fuerzas navales para proteger las rutas de navegación, dijo Schroeder en conferencia de prensa.
Los contingentes de las fuerzas armadas habían sido solicitados por Estados Unidos en las últimas horas, como un aporte especial a la lucha contra el terrorismo internacional.
En lo que constituyó una admisión de la gravedad de la decisión, Schroeder reconoció que parte de los diputados socialdemócratas y Verdes que componen la alianza de gobierno en Berlín pueden llegar a oponerse a dar su apoyo al gobierno, pero dijo que confía en alcanzar una mayoría propia en la Bundestag.
Antes del pronunciamiento alemán, Gran Bretaña había sido el aliado más cercano de Washington en el marco de la ofensiva sobre Afganistán, mediante misiones de reconocimiento aéreo y reabastecimiento de combustible para los aviones. Las fuerzas británicas también han disparado misiles crucero Tomahawk desde un submarino en el mar Arábigo.
El ingreso de tropas alemanas en la operación Libertad Duradera significaría un reconocimiento al rol militar de Alemania en Europa, que se suma así al creciente papel en el plano diplomático.
El pedido norteamericano, que contempla desde apoyo logístico hasta la defensa portuaria de la región, coloca a Alemania en un rango más que honorable entre los aliados, a los que se requirió un apoyo concreto.
Otro socio fundamental
En virtud de la cantidad de soldados movilizados, Alemania se coloca en segundo lugar, detrás del asociado privilegiado, Gran Bretaña, pero delante de Canadá, Australia y Italia, e incluso delante de la gran potencia militar europea que es Francia.
El 11 del mes último, de regreso de una visita relámpago a Washington, donde había transmitido al presidente estadounidense, George W. Bush, que "Alemania asumiría sus responsabilidad en todos los ámbitos", incluido el militar, Schroeder había reivindicado ante la Bundestag una nueva "responsabilidad internacional" para su país.
"Hace aún diez años, nadie habría esperado que Alemania se implicara de otra forma que no fuera mediante contribuciones secundarias en infraestructura o financiación en los esfuerzos internacionales para la paz, el derecho y la estabilidad", había destacado por entonces el canciller alemán.
"Esa etapa de la política alemana de la posguerra ha pasado irremediablemente", sostuvo.
La dimensión histórica internacional que se le dio ayer al hecho estaba vinculada con lo vertiginosa que se tornó la política exterior y militar alemana desde la reunificación del país, en 1990, y especialmente desde que está gobernada por la alianza de socialdemócratas y los Verdes, el otrora partido pacifista, desde hace tres años.
Pero también está la transformación de la sociedad alemana, que se abrió para ir aceptando paso a paso la aplicación de soluciones militares en conflictos de distinta índole, ya sea étnicos, como en la ex Yugoslavia y Kosovo, o de terrorismo, como ahora en Afganistán.
Lejos quedaron las épocas en que Alemania planteaba sus reticencias a participar en la Guerra del Golfo (1991) financiando masivamente la operación.
A partir de 1995, en Bosnia, el ejército alemán se involucró ampliamente en el mantenimiento de la paz bajo mandato de la ONU, incluso cuando su participación fuera sobre todo logística. De todos modos, el salto cualitativo se produjo en 1998 cuando la Bundestag aprobó la participación de la fuerza aérea alemana en los bombardeos de la OTAN en Serbia.
Actualmente, unos 5000 soldados alemanes están desplegados en Kosovo. Desde octubre, Alemania está al frente de la comandancia de una fuerza multinacional de paz en Macedonia.
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