Horror en España: descarriló un tren y hay 69 muertos
La formación, de alta velocidad, tomó a 180 km/h una curva en la que el límite era 80; ocurrió cerca de Santiago de Compostela; los heridos son 141
MADRID.– (De nuestro corresponsal).– Cadáveres esparcidos en las vías, vagones convertidos en un amasijo de hierro y vidrio, fuego, gritos, rescatistas desesperados en busca de sobrevivientes. La escena siniestra conmocionó anoche a España después de que un tren de alta velocidad descarriló en Galicia y dejó por lo menos 69 muertos y 141 heridos.
La mayor catástrofe ferroviaria en más de 40 años ocurrió a las 20.41, cerca de Santiago de Compostela. En una curva pronunciada, los 13 vagones descarrilaron; uno de ellos voló por los aires y chocó contra el viaducto de una autopista a seis metros de altura. La formación habría tomado la curva a 180 kilómetros por hora, cuando la máxima permitida en esa zona es de 80.
"Se oyó una explosión y después se vio un torpedo enorme de polvo", describió Mari Ferreira, una vecina de Angrois, donde ocurrió la tragedia. La gente del lugar corrió hacia las vías con lo que tenía a mano para sacar a las víctimas.
La mayoría de los 218 pasajeros que habían salido de Madrid iban a la capital gallega para participar de las fiestas de Santiago Apóstol, el patrono de Galicia. Miles de personas que desbordaban las calles de la ciudad quedaron paralizadas cuando se empezó a conocer la magnitud del drama. Las celebraciones se suspendieron de inmediato.
"¡Descarrilé, qué voy a hacer, qué voy a hacer!", sollozaba por teléfono celular uno de los dos maquinistas.
Mientras tanto, los bomberos, paramédicos y policías trataban de sacar heridos, según reportó La Voz de Galicia. Los dos conductores salieron finalmente ilesos.
Fueron fuentes de la empresa estatal Renfe quienes dejaron trascender anoche que la formación habría tomado la curva de A Grandeira a 180 kilómetros por hora, cuando la máxima permitida en ese sector es de 80. Iba con cinco minutos de retraso (y debía seguir viaje hacia su parada final, en El Ferrol).
Hasta la medianoche, la única aclaración oficial la hizo el Ministerio del Interior, para descartar de manera tajante que se hubiera tratado de un atentado. Las explosiones que describieron los testigos del accidente se debieron al choque de los vagones con el talud que cierra la curva.
España se paralizó. Durante por lo menos dos horas no hubo noticias sobre la cantidad de víctimas hasta que el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, confirmó los peores pronósticos. "Sabemos que hay por lo menos 35 muertos. Aún no se pudo revisar un coche que está triturado", dijo, con la voz entrecortada. La cifra crecería a cada minuto.
Pasada la medianoche seguía la búsqueda de sobrevivientes entre los hierros. Decenas de ambulancias se amontonaban sobre la autopista que pasa por encima del lugar del accidente, y una grúa gigante intentaba separar los vagones.
"Nos queda una noche entera de trabajo. Esto es dantesco", alcanzó a decir al llegar la ministra de Fomento, Ana Pastor, que tiene a su cargo la empresa estatal de ferrocarriles. Poco antes había firmado en Madrid un acuerdo con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, para que Renfe preste capacitación a conductores argentinos.
El tren de la tragedia es un Alvia, una máquina de 2006 capaz de circular por vías tradicionales y rápidas, que puede alcanzar hasta 250 kilómetros por hora. El accidente ocurrió en una zona de alta velocidad inaugurada hace menos de dos años por la que todavía no circulan los servicios más veloces (el AVE, que puede llegar a 350 kilómetros por hora).
"Dimos varias vueltas de campana, varias vueltas. Fue todo muy rápido. Yo pude salir, pero queda muchísima gente aprisionada. Los vagones se subieron unos a los otros", relató a la cadena Ser Ricardo Montero, uno de los pocos que pudieron salir ilesos de entre las ruinas del tren.
En la zona de la tragedia, uno de los rescatistas, Iván Ramos, describió las imágenes que vio al llegar. "Oímos un ruido tremendo, enorme, como nunca. Bajamos y ya vimos el convoy separado en dos trozos. Había gente demacrada sacando niños."
Alberto Cebreiro, vecino de Angrois, añadió: "Echamos a correr todos, a intentar ayudar como fuera. Llevamos mantas, agua, martillos, todo lo que teníamos al alcance". A su lado, una mujer gritaba, con las manos en la cabeza: "¡Cuánta gente muerta hay aquí, Dios mío!".
Entre los cuerpos desparramados, podía verse también el gigantesco motor del Alvia, que salió despedido.
La desesperación se adueñó pronto de la zona. A medida que se amontonaban los camiones de bomberos y ambulancias, también empezaron a llegar a la curva de A Grandeira los familiares de las víctimas, que esperaban el arribo del tren en la estación de Santiago de Compostela, a sólo tres kilómetros.
Los hospitales de la capital gallega quedaron anoche colapsados, entre escenas de desesperación. A la 1 de la madrugada todavía no se habían identificado a las víctimas.
Los cadáveres eran trasladados a un polideportivo en el centro de la ciudad.
Núñez Feijóo confirmó que por lo menos 141 personas estaban hospitalizadas, algunas en estado crítico.
El accidente de ayer es el tercero con mayor cantidad de muertos en la historia de España, después de la tragedia de Torre del Bierzo, que causó cientos de muertos en 1944, y el choque entre dos trenes en Cádiz en el que murieron 77 personas, en 1972. Desde 2000 habían muerto 50 personas en accidentes ferroviarios en todo el país.
El presidente Mariano Rajoy anunció que viajará hoy al lugar del accidente, en su Galicia natal. Lo hizo después de informar al rey Juan Carlos I, que expresó su estupor por la tragedia y su apoyo a las víctimas.
Una tragedia que se repite
La de ayer fue la cuarta tragedia en 40 días
- 12 de julio, Francia
Seis personas murieron y 30 resultaron heridas al descarrilar un tren a 40 kilómetros de París
- 7 de julio, Canadá
Un tren cargado de petróleo descarriló en Lac-Megantic. La explosión dejó 50 muertos y 2000 evacuados
- 13 de junio, Argentina
Un tren embistió a otro que estaba detenido cerca de la estación Castelar. Hubo 3 muertos y 315 heridos
Error en un comunicado
El Palacio de La Moncloa cometió ayer un error en el mensaje de condolencias remitido en nombre del presidente español, Mariano Rajoy, cuando en el texto oficial quedó incluido el pésame del mandatario enviado a Pekín por las víctimas del terremoto que el domingo pasado golpeó a Gansu.
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