Indignación con Rusia y China por Siria
Para la oposición siria, Al-Assad obtuvo una "licencia para matar"; EE.UU., Francia y Gran Bretaña impulsan nuevas sanciones
BEIRUT.– La comunidad internacional y la oposición siria reaccionaron ayer con gran indignación un día después de que Rusia y China vetaron en las Naciones Unidas una resolución de condena al régimen de Bashar al-Assad , en medio de crecientes temores a que la decisión de Pekín y de Moscú abra las puertas a una represión mayor.
Para la oposición siria, el veto de Rusia y China supone una auténtica "licencia para matar" otorgada al régimen de Al-Assad . El Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa la mayoría de las corrientes de la oposición, estimó en un comunicado que el doble veto en la ONU era "irresponsable" y entregaba al régimen un permiso para "matar con impunidad".
La resolución, presentada por Marruecos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, instaba al presidente sirio a aceptar un plan de paz de la Liga Arabe que estipula que deje el poder.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, calificó el veto como un "esperpento" y anunció que la Casa Blanca ya trabaja para reforzar las sanciones existentes contra el régimen sirio y para establecer nuevas medidas con el fin de privar a Damasco de financiación y compra de armas.
"Trabajaremos para buscar sanciones contra Siria y fortalecer las que ya tenemos, y se aplicarán con gran rigor para secar las fuentes de financiación; desenmascaremos a aquellos que aún estén financiando al régimen y enviando armas que son utilizadas contra sirios indefensos, incluidos mujeres y niños", dijo Clinton durante una visita oficial a Sofía, en clara alusión a Moscú, uno de los principales suministradores de armas a Damasco.
Ajeno a las críticas internas y externas, el régimen no cesó ayer en su campaña represiva. Por lo menos 56 personas murieron en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos armados de la oposición, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Rusia y China, con capacidad de veto en el Consejo como miembros permanentes, ya habían anunciado que se opondrían a la propuesta de la Liga Arabe y que optaban por otras vías para solucionar un conflicto que comenzó hace 11 meses y ha dejado más de 6000 muertos, según la ONU. La votación se produjo después de que activistas sirios denunciaran que el ejército había bombardeado la ciudad de Homs, donde murieron más de 200 personas.
Al anuncio de Clinton se sumó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que en los próximos días presentará iniciativas sobre la creación de un "grupo de apoyo al pueblo sirio", según reveló ayer en París el canciller francés, Alain Juppé.
"Francia va a ayudar a la oposición siria a organizarse y favorecerá un endurecimiento de las sanciones contra el régimen de Al-Assad para que aumente la presión internacional", declaró Juppé a un canal de televisión. Un día antes, Sarkozy ya había adelantado que su gobierno no se resignaría tras el veto de Rusia y China en la ONU. En línea con lo expuesto por Washington y París, el canciller británico, William Hague, dijo que el rechazo de Rusia y China le había dado "la espalda al pueblo sirio".
El veto en la ONU a la resolución sobre Siria también fue criticado en Medio Oriente, especialmente en Arabia Saudita y Turquía, dos de los países más activos en la condena del régimen de Al-Assad. "Desafortunadamente, la lógica de la Guerra Fría continúa en la ONU", dijo el canciller turco, Ahmet Davutoglu. "Rusia y China no votaron basándose en la realidad existente, sino más bien por una actitud reflexiva contra Occidente", agregó.
El máximo responsable de la Liga Arabe, Nabil al-Arabi, dijo que el organismo todavía pretende conseguir apoyo para su plan. "El veto no niega que hay un claro apoyo internacional para las resoluciones de la Liga Arabe", dijo Al-Arabi en un comunicado.
Marruecos, el único miembro árabe del Consejo de Seguridad, expresó su "gran pesar y decepción" por el veto. El embajador Mohammed Lulichki dijo que los árabes no tenían intención de abandonar su plan.
La indignación internacional no alteró la agenda de Moscú respecto del conflicto sirio. El Kremlin justificó su rechazó a la resolución impulsada por la Liga Arabe al alegar que el texto era parcial y tomaba partido en lo que calificó de "guerra civil".
Siria es un importante aliado de Rusia en Medio Oriente, sede de una base naval rusa y uno de sus principales clientes de armamento. "En Moscú lamentamos que los autores del proyecto de resolución sobre Siria no hayan querido hacer esfuerzos suplementarios para lograr un consenso", dijo el vicecanciller ruso, Gennadi Gatilov, al anunciar que el canciller, Sergei Lavrov, viajará mañana a Damasco para discutir con las autoridades sirias la aplicación de "reformas democráticas indispensables". "Rusia tiene la intención de hacer todo lo posible para lograr una estabilización rápida de la situación en Siria", señaló el comunicado.
Agencias AP, AFP, Reuters y ANSA
Más leídas de El Mundo
En el banquillo. Trump es acusado de montar una “conspiración criminal” por los fiscales en el primer día de su juicio
Ofensiva de Moscú. El momento en el que un ataque ruso destruye la torre de televisión de la segunda ciudad de Ucrania
Anticipó el cambio climático. El aristócrata francés que entendió la evolución 100 años antes que Darwin