Indignación por un ataque en Siria que dejó 32 niños muertos
Fuerzas del régimen atacaron con artillería pesada la ciudad de Houla; las víctimas fatales son 92
DAMASCO.- En una de las peores masacres registradas en Siria desde el inicio de la revuelta contra Bashar al-Assad hace 15 meses, el ataque de anteayer a Houla, a 200 kilómetros de Damasco, dejó por lo menos 92 muertos, entre ellos 32 niños.
La matanza provocó ayer un aluvión de reacciones indignadas en todo el mundo y llamados al fin de un "régimen ilegítimo [de Bashar al-Assad] que responde a la protesta política pacífica con una brutalidad indescriptible e inhumana", como lo calificó la Casa Blanca.
El jefe del grupo de observadores, de las Naciones Unidas (ONU), Robert Mood, habló de una "brutal tragedia", luego de que el equipo del organismo recorrió la ciudad de Houla y vio los cuerpos de las 92 personas fallecidas. Hace más de un mes, el gobierno sirio había estipulado con la ONU el alto el fuego, que ha sido incumplido sistemáticamente.
Mood, además, confirmó que parte de los 250 observadores emplazados en Siria que se trasladaron a Houla, en la golpeada región de Homs, comprobaron el "uso de artillería pesada desde vehículos blindados".
Imágenes de video colgadas en YouTube, tomadas por activistas, mostraron cuerpos de niños en el suelo con heridas de ametralladora, en lo que fue uno de los peores ataques del régimen de Al-Assad.
Un activista que fue testigo de la masacre comentó que las fuerzas del régimen empezaron a disparar sobre el pueblo de Houla, 40 kilómetros al noroeste de la ciudad de Homs, después de una manifestación contra el régimen tras las plegarias de los viernes. "Mataron familias enteras, desde los padres hasta los hijos, pero se concentraron en los niños", afirmó.
Varios testigos afirmaron también que la mayoría de los residentes de Houla huían ayer de la ciudad por temor a que se registren nuevas matanzas contra la población civil.
La agencia oficial siria Sana, por su parte, responsabilizó de los asesinatos a "grupos terroristas armados", y añadió: "Los combates llevaron a la muerte de varios terroristas y de varios miembros de las fuerzas especiales".
La televisión estatal siria mostró las imágenes de los niños, hombres y mujeres masacrados, pero advirtió que habían sido asesinados por "bandas terroristas".
La cifra de muertos registrada anteayer es una de las más altas para un solo incidente desde que comenzó la revuelta contra Al-Assad hace 15 meses y significa un nuevo revés para el plan de paz de la ONU en Siria, que nunca se terminó de materializar.
El enviado especial de la ONU y la Liga Arabe para Siria, Kofi Annan, tiene previsto viajar a Damasco hoy para evaluar el acuerdo suscrito hace más de un mes. Allí deberá reunirse con el presidente Al-Assad y con figuras de la oposición del país árabe.
En Siria, los actos de violencia continuaron ayer con un saldo de 18 muertos, entre ellos cinco soldados, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que registró bombardeos con ametralladoras en la ciudad rebelde de Homs, así como múltiples manifestaciones donde se denuncia la matanza de Houla.
Según el OSDH, más de 12.600 personas murieron en Siria desde el inicio de la revuelta, hace 15 meses, la mayoría de ellas civiles, víctimas de los disparos de las fuerzas gubernamentales.
Condena internacional
La sangrienta matanza de anteayer en Siria provocó una serie de condenas internacionales. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, rechazó enérgicamente la matanza y la calificó de "un crimen terrible y brutal", en una declaración difundida en Nueva York.
Este empleo "al azar y desmesurado de violencia" representa una clara violación del derecho internacional, afirmó Ban.
Nabil al-Arabi, secretario general de la Liga Arabe, describió lo sucedido como un "crimen horroroso".
Por su parte, Francia, Alemania y Gran Bretaña denunciaron la matanza, pero sin responder al llamado del Ejército Sirio Libre (ESL), compuesto en su mayoría por desertores, de realizar rápidos "ataques aéreos" contra las fuerzas del presidente Al-Assad.
La Casa Blanca también expresó su estupor por la masacre de 92 personas y volvió a condenar la brutalidad "indescriptible e inhumana" del régimen sirio.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se sumó a las voces de condena por la "atrocidad" de la masacre, y dijo que Estados Unidos trabajará con sus aliados internacionales para aumentar la presión sobre Al-Assad.
Agencias AP, AFP, EFE y DPA