Chile / Sorpresa en el mundo político. Investigan una supuesta red de espionaje de Pinochet
Documentos secretos revelan la persecución a periodistas y a la Iglesia
SANTIAGO, Chile.– Después de que una investigación revelara archivos secretos de la dictadura del general Augusto Pinochet, sobre una presunta red de espionaje, el ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, anunció ayer que se abrirá una investigación al respecto.
Los archivos, dados a conocer anteayer por la agencia alemana DPA, dan cuenta de avanzadas operaciones de espionaje en las que se involucra a periodistas internacionales, dictaduras de la región e incluso al FBI y al Vaticano.
"Voy a hacer todas las indagaciones respecto de la eventual existencia de estos archivos y, si existen, obviamente los voy a entregar a la justicia", dijo Allamand.
La documentación, surgida según el autor de la investigación, Mauricio Weibel, del propio Ministerio de Defensa chileno, ratifica que la temida policía secreta de Pinochet (1973-1990) –llamada DINA en sus inicios y CNI después– mantenía comunicación diaria con ministros del régimen militar para controlar cada uno de los pasos que daba la dictadura y sus oponentes en Chile y el extranjero.
Dentro de los detalles más sorprendentes, se menciona el plan de operaciones Epsilon, según el cual el ex director de la DINA, el coronel Manuel Contreras (quien hoy está condenado a casi 300 años en una cárcel militar de Santiago) tenía la facultad de investigar a los propios funcionarios de gobierno, además de darles órdenes que debían ser cumplidas con premura.
En el grupo de políticos que formaron parte de este entramado se menciona el nombre del jefe de bancada del partido oficialista en la Cámara baja, Alberto Cardemil, quien cumplió la función de subsecretario de Interior durante la dictadura.
"No es más que una de estas campañitas de extrema izquierda de grupos de cabeza caliente para desprestigiar y molestar. [...] Respondo de la legalidad y ética de todo decreto firmado por mí, sin miedo a que se muestre porque no tengo nada que ocultar", dijo ayer Cardemil.
Asimismo, los documentos aluden a negociaciones del gobierno de Pinochet con el Vaticano para apaciguar la furibunda respuesta de cierta parte de la Iglesia chilena a los abusos de la época.
La prensa tampoco estuvo libre de seguimiento. De acuerdo con otro memorando secreto, la dictadura conservaba las fichas de 761 corresponsales, además de transcripciones de programas radiales y artículos de revistas y diarios.
lanacionar