Vuelve la tensión al Golfo Pérsico. Irak prohibió a la ONU realizar vuelos
La Casa Blanca informó que mantendrá a sus tropas en estado de alerta, a pesar de que reducirá sus fuerzas en la región.
WASHINGTON.- En un acto amenazante, Bagdad prohibió ayer los vuelos de las Naciones Unidas (ONU) hasta nuevo aviso y Washington respondió señalando que mantendrá la guardia alta frente a Saddam Hussein.
Así, a pocos días del fin de los ataques de los Estados Unidos y Gran Bretaña, la situación en el Golfo Pérsico parece estar recalentándose nuevamente. En Irak, los encargados de la asistencia humanitaria reanudaron su labor, pero Bagdad impidió al enviado especial de la ONU, Prakash Shah, dejar el país en avión desde el aeropuerto de Habbaniya, 100 kilómetros al norte de la capital.
La veda a los vuelos de la ONU seguirá vigente "hasta nuevo aviso y por medidas de seguridad", hizo saber el gobierno de Irak, aunque se cree que la medida fue en represalia a los ataques anglo-norteamericanos.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que espera que sea "algo temporal".
El vuelo que debía abordar Shah fue preparado por la misión de observación de la ONU en Irak y Kuwait, que patrulla una zona desmilitarizada en la frontera entre ambos países, establecida tras la expulsión de las tropas iraquíes de Kuwait en la Guerra del Golfo Pérsico, en 1991.
Cabe recordar que los vuelos comerciales a Irak están prohibidos como parte de las sanciones impuestas a Irak hace ocho años.
Mientras tanto, un centenar de empleados del Programa Humanitario de la ONU en Irak, evacuados la semana última a Jordania al comienzo de los ataques anglo-norteamericanos, regresó a Bagdad.
Según dijeron fuentes del programa humanitario, el personal de la ONU, que llegó por carretera a Irak, reanudará su trabajo en el país en las próximas horas, empezando por una evaluación de los daños causados por los bombardeos.
Reducción de tropas
Por su parte, los Estados Unidos redujeron en unos 8000 hombres el número de militares en el Golfo, pero sus autoridades indicaron que mantendrán la guardia alta frente a Saddam y recordaron que ya mostraron que pueden recurrir a la fuerza y no sólo amenazar.
El secretario de Defensa, William Cohen, dijo que "en la medida en que determinemos que él (Saddam) efectivamente se convierte de nuevo en una amenaza, entonces estaremos preparados para actuar".
Unos 20.000 soldados norteamericanos estarán destacados en el Golfo durante esta Navidad.
"Tenemos la capacidad de reaccionar muy rápidamente, por eso estamos muy satisfechos de que nuestras fuerzas del día tras día sean las adecuadas", señaló Cohen, de gira por los países del Golfo Pérsico para visitar a los soldados norteamericanos.
En Bagdad, el vocero oficial iraquí calificó de "traidora y cobarde" la posición expresada por el gobierno kuwaití durante los bombardeos.
Para el gobierno iraquí, los kuwaitíes "son enfermos mentales que reciben órdenes de sus maestros norteamericanos, británicos y sionistas".
Paralelamente, el diario internacional árabe As-Sharq al Awsat afirmó que al menos 1200 iraquíes, entre militares y civiles, murieron o resultaron heridos durante los cuatro días que duraron las acciones militares.
En la ONU, en tanto, el futuro de las sanciones y de la Unscom es cada vez más incierto.
Respecto de la hipótesis del fin de las sanciones, Kofi Annan señaló que "es sólo una de las propuestas, y están arribando otras. Espero que aprovechemos las fiestas para reflexionar", dijo.
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