La guerra que no termina: el presidente estadounidense busca en Europa la ayuda de sus aliados. Irlanda recibió a Bush con un operativo de seguridad histórico
Desplegó controles sin precedente por temor a ataques en la cumbre de EE.UU. y la UE Naves de guerra, aviones militares y 6000 soldados y policías vigilarán el encuentro Se prevén masivas marchas en contra del mandatario norteamericano Alerta en Turquía
DUBLIN.- Irlanda recibió anoche al presidente norteamericano, George W. Bush, con muchas críticas y con el mayor dispositivo de seguridad de su historia, desplegado en previsión de grandes manifestaciones y ante el temor de posibles atentados.
El mandatario sólo permanecerá 18 horas en ese país para participar de una cumbre con los líderes de la Unión Europea (UE). Luego partirá a Turquía para asistir a la cumbre de la OTAN, cuyos miembros seguían trabados ayer en una discusión sobre si la alianza debería entrenar a las fuerzas armadas iraquíes.
Cuatro naves de guerra, aviones militares, vehículos blindados y 2000 soldados -más de un tercio de todas las fuerzas de seguridad del país- fueron movilizados en Dublín para garantizar el máximo de seguridad en el aeropuerto de Shannon, mientras unos 4000 policías, 700 agentes norteamericanos y una agencia irlandesa especializada completaban el dispositivo.
El exclusivo hotel donde se alojó Bush anoche, el Dromoland Castle Hotel, está cerrado desde hace semanas, con cámaras y sensores por doquier. También fueron alertadas unidades de descontaminación, en caso de ataques químicos o biológicos.
Además, los agentes del servicio secreto norteamericano están autorizados a circular armados y disparar si consideran que está en peligro la vida del presidente. Por su parte, el ejército y la policía local cerraron rutas y levantaron barricadas para evitar que los manifestantes interrumpan el encuentro entre el jefe de la Casa Blanca y los líderes de la Unión Europea.
Es que, a diferencia del entusiasmo con el que fueron recibidos en Irlanda, tradicionalmente a favor de Washington, otros presidentes norteamericanos -desde Kennedy hasta Clinton, pasando por Nixon y Reagan-, Bush se encontrará con críticas y con la protesta de miles de manifestantes.
Uno de sus más fuertes detractores es el Movimiento contra la Guerra irlandés, que une a grupos tan dispares como el Partido Verde, el Laborista y el Sinn Fein, así como a numerosos grupos católicos, anarquistas, comunistas e, incluso, ultraconservadores.
El movimiento pretende llamar la atención sobre la cuestión de las armas de destrucción masiva, "las masacres de civiles", las recientes torturas a prisioneros iraquíes y los supuestos abusos en la base de Guantánamo.
Los pacifistas sostienen además que el apoyo de Irlanda, un país tradicionalmente neutral, a los esfuerzos bélicos de Washington podría poner a la isla en el punto de mira de los terroristas islámicos.
Desacuerdos transatlánticos
Hoy, tras una reunión de cortesía con la presidenta irlandesa, Mary McAleese, y un encuentro con el premier Bertie Ahern, Bush tiene previsto dialogar con los líderes de la Comisión Europea, brazo ejecutivo del bloque de 25 naciones, en Dromoland Castle, un castillo del siglo XVI.
Funcionarios irlandeses dijeron que ambas partes esperan anunciar por lo menos media docena de compromisos para promover la estabilidad en Irak y la paz en Medio Oriente, combatir las amenazas terroristas, luchar contra la expansión del sida y la proliferación de armas nucleares, y terminar con la hambruna y la guerra civil de Sudán.
Al término del encuentro, Bush, que viaja acompañado de su esposa, Laura; su asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, y su secretario de Estado, Colin Powell, se desplazará a Turquía, donde le aguarda la cumbre de la OTAN en Estambul.
El presidente viaja con la esperanza de que los aliados aprueben un pedido del premier iraquí, Iyad Allawi, para que la alianza adiestre a las nuevas fuerzas armadas de ese país.
Sin embargo, ayer seguían los desacuerdos entre los miembros en torno del tema. Básicamente, los representantes de cada país debatían acerca de si la OTAN debería entrenar a los iraquíes dentro del país bajo la bandera de la alianza militar, o si debería limitar su rol de entrenamiento fuera de Irak. También hubo disputas sobre si se debería abrir la puerta a una mayor participación militar de la alianza atlántica en etapas posteriores en Irak.
En tanto, el clima de alerta era total en Turquía, donde, tres días antes de la cumbre, la policía detuvo ayer a 55 militantes kurdos e islámicos. Además, las autoridades desmintieron la información que señalaba que en el aeropuerto de Estambul se desactivó una bomba hallada ayer a la mañana en las ruedas de una camioneta.
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