Boris Johnson promete una "aventura maravillosa" con el Brexit
En una gira para festejar su victoria, visitó un bastión laborista inglés y llamó a "recuperar el orgullo nacional"
PARÍS.- En un desplazamiento calificado de "gira sanadora" por sus colaboradores, Boris Johnson visitó ayer el nordeste de Inglaterra, tradicional bastión de la izquierda, que el primer ministro conservador arrebató al Partido Laborista el jueves pasado, en las elecciones legislativas británicas.
Con ese gesto destinado a calmar las divisiones, el premier que dispondrá ahora de una mayoría absoluta en el Parlamento prometió que una "maravillosa aventura comenzará, una vez que ese maldito Brexit se termine".
"Recuperaremos nuestro orgullo nacional, nuestra confianza. Y haremos las cosas en forma diferente y mejor", prometió Johnson durante un discurso en un club de criquet de Sedgefield.
Con su habitual estilo efectista y teatral, Johnson repitió las falsas promesas lanzadas por su partido durante las elecciones: "Construiremos 40 nuevos hospitales, emplearemos 50.000 enfermeras más y otros 20.000 policías", enumeró.
La respuesta de los sindicatos llegó en la voz de Paul Novak, secretario general de la poderosa Central Sindical (Trade Union Congress, TUC).
"Si Johnson quiere conservar el apoyo de los electores de los Midlands y el noreste, necesita cumplir las promesas que hizo: que ponga el dinero donde lo declama, que trabaje con los sindicatos y para los trabajadores", advirtió.
Los conservadores obtuvieron 365 bancas de las 650 de la Cámara de los Comunes de Westminster gracias a que ganaron en esas circunscripciones obreras fieles, desde hace décadas a los laboristas, pero favorables al Brexit. Sedgefield es una de ellas, antigua circunscripción del exprimer ministro laborista Tony Blair.
"Sé que mucha gente rompió sus tradiciones electorales, respetadas durante generaciones, al votar por nosotros", insistió, prometiéndoles que les "devolverá con creces la confianza" que depositaron en él.
Muchos especialistas se preguntaban ayer, sin embargo, para cuál de los cuatro integrantes del Reino Unido iban dirigidas las promesas de Johnson: ¿para Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda del Norte?
Escocia votó el jueves pasado masivamente en favor del Partido Nacionalista (SNP) que defiende su propio proyecto: independizarse del Reino Unido y permanecer en la Unión Europea (UE).
Por primera vez en su historia, la provincia británica de Irlanda del Norte (Ulster) eligió más diputados nacionalistas -que apoyan la reunificación con la República de Irlanda-, que unionistas que exigen enfáticamente seguir dentro de Gran Bretaña.
Teniendo en cuenta que Inglaterra y Gales votaron en el referéndum de 2016 en favor del Brexit, mientras Escocia e Irlanda del Norte hicieron exactamente lo opuesto, la gran preocupación de la clase política británica, en este momento, no es la confianza que puedan depositar los antiguos laboristas ingleses en Johnson. El verdadero interrogante es si su aplastante triunfo no habrá abierto una caja de Pandora que terminará llevando al desmembramiento del Reino Unido.
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