Kiev se retira de una ciudad estratégica para los rebeldes prorrusos

KIEV.- Las fuerzas del gobierno de Ucrania empezaron a retirarse ayer de la ciudad de Debaltsevo, en el este del país, luego de un feroz asalto de los separatistas prorrusos que, según Occidente, violó una tregua pactada en Minsk la semana pasada.

Después de una dura resistencia y hostigados por los rebeldes, los soldados del gobierno tuvieron que abandonar Debaltsevo, la estratégica ciudad que enlaza los dos bastiones separatistas de Donetsk y Lugansk, donde seguían los combates a pesar del alto el fuego.

La retirada de Ucrania, que se prepara para celebrar el primer aniversario del cambio de poder en Kiev tras la revolución del Maidan que derrocó al líder prorruso Viktor Yanukovich, implica un fuerte revés en la guerra que libra desde hace diez meses contra los separatistas que adhieren a Moscú en el este del país.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, dijo antes de volar a Debaltsevo que más del 80% de sus tropas ya se habían retirado de este importante centro ferroviario, tras un intenso bombardeo y combates callejeros. "Las fuerzas armadas de Ucrania y la guardia nacional concluyeron la operación para la retirada ordenada de Debaltsevo. Ya salió el 80% de las unidades", dijo ayer Poroshenko, antes de volar hacia la zona del conflicto, donde se reunió con algunos de los soldados que habían defendido la ciudad.

"Las unidades salieron de manera ordenada, con todo su armamento, carros de combate, blindados, piezas de artillería y vehículos de transporte", agregó el presidente.

La prensa ucraniana informó desde la ciudad que los soldados de la 168» brigada de las fuerzas armadas ucranianas y los combatientes del batallón de voluntarios Krivbas, aislados desde hace semanas, salieron a pie luego de romper el cerco de las milicias rebeldes.

Un testigo vio a soldados exhaustos, con los rostros ennegrecidos, algunos en columnas, otros en autos, llegando a Artemivsk, unos 30 kilómetros al norte de Debaltsevo.

Los voceros de los rebeldes, sin embargo, afirmaron que en vez de un repliegue organizado se trató de la rendición de miles de soldados desmoralizados que habrían depuesto sus armas antes de abandonar la ciudad gracias a un corredor abierto por las milicias. El subjefe del mando militar separatista en Donetsk, Eduard Basurin, llegó a decir que hasta 3000 soldados gubernamentales habían muerto en los combates, cifra no confirmada por otras fuentes.

Los rebeldes dicen que el alto el fuego, negociado por Ucrania, Rusia, Alemania y Francia en una cumbre celebrada en Belarús la semana pasada, no se aplica a Debaltsevo.

Poroshenko y Occidente, en tanto, sostienen que el asalto rebelde fue reforzado por tanques, artillería y soldados rusos, aunque Moscú niega haber enviado fuerzas a una región que el presidente Vladimir Putin llama Nueva Rusia.

"Las acciones de los separatistas respaldados por Rusia en Debaltsevo son una clara violación del alto el fuego", dijo en Bruselas la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, al incrementar las críticas de Occidente a la ofensiva rebelde en esa ciudad.

"La UE está lista para tomar acciones apropiadas en caso de que continúen los combates y otros acontecimientos negativos en violación de los acuerdos de Minsk", dijo, en aparente amenaza a más sanciones económicas sobre Moscú.

Putin no mostró signos de que vaya a enmendar su posición sobre la crisis en Ucrania, ya que había instado a los líderes prooccidentales de Kiev a que permitieran que sus soldados se rindieran para evitar más derramamiento de sangre. Horas después, la retirada ucraniana estaba en marcha.

Rusia ya anexionó la península ucraniana de Crimea, y los países occidentales creen que el objetivo de Putin es establecer un "conflicto congelado" en el este de Ucrania, ganando ventaja estratégica sobre un país de 45 millones de habitantes que busca la integración con Europa.

Resta ver si, luego de la toma de Debaltsevo, los rebeldes cesarán su ofensiva y se podrá avanzar en los siguientes puntos del acuerdo de Minsk, como la retirada de las armas pesadas y la creación de una zona de seguridad, antes de pasar a los aspectos más políticos del documento.

Aunque nadie da por quebrado el pacto definitivamente, todas las opciones están abiertas en este conflicto.

Agencias Reuters, ANSA, EFE, DPA y AP