La agenda social de Piñera avanza despacio y no acalla la protesta

SANTIAGO, Chile.- En el momento más álgido del estallido social que se desencadenó en Chile, el presidente Sebastián Piñera anunció un paquete de medidas para responder a las demandas ciudadanas y enfatizó que los proyectos debían ser aprobados por el Parlamento. Pero varios días después del anuncio las leyes siguen demoradas y los manifestantes se mantienen en las calles, como ayer, cuando la capital volvió a ser escenario de protestas.

El mandatario y su equipo elaboraron su propuesta en torno a varios ejes, reflejados en un listado de más de 16 puntos. "Va a significar un enorme esfuerzo para el Estado poder financiarla", dijo en ese momento Piñera, anticipando el escenario que se avecinaba.

El foco se orientó en temas como pensiones, salud y medicamentos, ingreso mínimo garantizado, disminución de las tarifas eléctricas, impuestos para los sectores de mayores ingresos, reducción de la dieta parlamentaria y plan de reconstrucción, entre otras medidas.

Sin embargo, y con la presión ciudadana todavía en ebullición, la tramitación de los proyectos del plan social ha estado lejos de ser prolífica. Apenas se despacharon dos textos desde el Congreso que ya están listos para convertirse en ley.

El cambio de gabinete que realizó el lunes Piñera, por el que descabezó a ocho ministerios, también terminó atrasando gestiones claves para la discusión de los diversos sectores.

Entre las propuestas que aún están a la deriva y no se concretan está el caso del "plan de apoyo para las pequeñas y medianas empresas", de la que no se ha especificado si se tramitará a través de modificaciones o de un nuevo proyecto.

En esa misma incertidumbre están el "fortalecimiento del fondo común municipal" y la "ampliación del convenio con farmacias para reducir el precio de los medicamentos a beneficiarios de la salud pública".

Defensoría

Otra propuesta, como la creación de una "defensoría de las víctimas", tampoco ha llegado al escritorio de los parlamentarios.

Desde la oposición han sido bastante críticos del plan social. Señalan que hay una "letra chica" en las propuestas que ha empantanado su aprobación, y otros sectores han condicionado su apoyo a las nuevas medidas a la discusión de una reforma de la Constitución. La actual rige desde el gobierno de Augusto Pinochet.

"Nosotros queremos nueva Constitución y agenda social simultáneamente. Chile despertó de su enfermedad, que es el modelo neoliberal. La agenda social es el antibiótico y la operación para erradicar el mal es la nueva Constitución", señaló Francisco Vidal, exvocero del gobierno de Michelle Bachelet.

En otra categoría están las propuestas que afectan a los congresistas, que sí han evidenciado avances. La reducción de las dietas de los parlamentarios y altos sueldos de la administración pública y la reducción en el número de los parlamentarios y limitación de las reelecciones fueron categorizadas como de "suma urgencia" y los proyectos están listos.

Para variar, otras dos propuestas de Piñera sí llegaron a buen puerto y se aprobaron rápidamente.

Una fue el proyecto que crea un mecanismo de estabilización de precios de la energía eléctrica (la primera medida de la agenda social), cuyo texto quedó listo para su promulgación luego de que la Cámara de Diputados -tras su paso por el Senado- lo aprobara por una contundente votación de 115 votos a favor, uno en contra y diez abstenciones.

La otra medida fue la del seguro de "enfermedades catastróficas", patologías graves y crónicas de tratamiento prolongado. La iniciativa pasará al Senado y también se encuentra en un estado de avance importante para su posterior despacho, aunque el grueso de las promesas siguen aguardando.

"Existe la necesidad de realizar un estudio muy rápido pero profundo en relación con las indicaciones de los proyectos que están discutiéndose y que forman parte de la agenda social", dijo el secretario general de la Presidencia, Felipe Ward, sobre la lentitud del despliegue del plan de Piñera.