La guerra contra el terrorismo: la ofensiva bélica. La Alianza capturó poblados estratégicos
La oposición afgana habría ganado terreno en tres puntos del norte del país, mientras EE.UU. la apoya con fuertes bombardeos
ISLAMABAD.- En una de las ofensivas más importantes desde que se iniciaron los ataques norteamericanos, y apoyados por persistentes bombardeos contra las defensas talibanas, las milicias rebeldes de la Alianza del Norte conquistaron varios puntos del norte del país en su avance hacia la estratégica ciudad de Mazar-e-Sharif.
Tras combatir durante toda la noche, los talibanes perdieron ayer el control sobre el poblado de Zari Bazar, mientras aviones de los Estados Unidos bombardeaban objetivos situados en las provincias de Balkh y Samangan, sin respuesta de las baterías antiaéreas de los talibanes.
La captura de Mazar-e-Sharif les permitiría a los rebeldes cortar las comunicaciones de los talibanes con el interior afgano y obtener una base desde la que podrían actuar también fuerzas estadounidenses.
No obstante, algunos observadores señalaron que los éxitos rebeldes en combates ocurridos en las provincias norteñas no habrían sido más que meras escaramuzas.
El avance sobre Mazar-e-Sharif ha sido repelido al menos dos veces por sendos contraataques talibanes, que empujaron una y otra vez a los rebeldes contra las montañas.
Sin embargo, un vocero del comandante opositor Atta Mohammad insistió ayer en que la Alianza del Norte había capturado en el norte del país los distritos de Zari, Keshendé y Ap Kupruk, aunque el hecho no fue confirmado por los talibanes.
"Tomamos estos tres distritos tras fuertes combates. Nos abrimos el paso hacia Mazar y nada puede detenernos ahora", agregó. "Los bombardeos (estadounidenses) debilitaron a los talibanes y pudimos sacar ventaja de su debilidad", sostuvo el vocero.
La Alianza del Norte informó, además, que sus combatientes hirieron y capturaron a Molá Qair, quien fue presentado como el comandante del norte de los talibanes. "Resultó herido y lo tenemos como prisionero. Es uno de los principales comandantes" del mullah Mohammad Omar, el líder supremo de la milicia islámica, dijo una fuente rebelde.
Por otra parte, el subjefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, general de la infantería de marina Peter Pace, indicó que en la jornada más reciente de la campaña en Afganistán los aviones estadounidenses hicieron más de un centenar de incursiones "en apoyo de las fuerzas opositoras" a los talibanes.
Además, las fuerzas estadounidenses utilizaron la mayor bomba que figura en su arsenal -la "daisy cutter", de 6804 kilos- contra las fuerzas talibanas en Afganistán en dos oportunidades la semana pasada, dijo ayer el general Pace.
La bomba BLU-82 es tan grande que se carga sobre un carrito y es empujada desde la cola de un avión de transporte C-130. "La bomba llega al terreno en paracaídas y con una sonda, y cuando la sonda toca el suelo, la bomba explota a un metro del terreno (...), su objetivo es matar personas", dijo el jefe militar norteamericano.
El Pentágono anunció ayer que duplicó en una semana el número de sus soldados dentro de Afganistán. "Hemos aumentado dos veces y media el número de nuestros equipos de fuerzas especiales en Afganistán y seguiremos introduciéndolos de acuerdo con las oportunidades", dijo el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld.
Con el uso de bases aéreas en Tadjikistán y Uzbekistán, Estados Unidos tiene ya las "pinzas" para atenazar a los talibanes en el norte de Afganistán, y queda a la espera de que los opositores hagan su parte del trabajo.
El ministro de Educación talibán, Amir Jan Muttaki, amenazó ayer a Tadjikistán, Uzbekistán y Paquistán por poner a disposición de los Estados Unidos algunas de sus bases aéreas desde las que puede incrementar el ritmo de bombardeos y lanzar una eventual campaña terrestre.
Caída de un helicóptero
Por otra parte, cuatro militares estadounidenses habrían muerto al estrellarse el helicóptero en que viajaban en el lado paquistaní de la frontera después de haber sido alcanzado por los talibanes, según informó una fuente de la milicia islámica.
Abdul Henan Hemat, jefe de Bajtar, la agencia oficial de los talibanes, declaró en Kabul que el helicóptero se estrelló anteayer cerca de la frontera en la provincia paquistaní de Beluchistán (sudoeste). El helicóptero "regresaba de una operación en Afganistán y fue blanco de disparos de los mujahiddines", explicó.
En Washington, el vocero del Pentágono, Jay Steuck, dijo que Estados Unidos no recibió ninguna información sobre la caída de un helicóptero. Otra fuente de la embajada de Estados Unidos en Islamabad dijo no poder confirmar ni desmentir la información.
En Kabul, los talibanes desfilaron por las calles exhibiendo los restos de lo que parecía ser el tablero de mando de una máquina y asegurando que pertenecían a un helicóptero derribado por los talibanes, según residentes.
En tanto, se supo ayer que unos 150 periodistas de medios internacionales se encuentran bloqueados desde hace semanas al norte de Kabul, donde pugnan por convencer a los pilotos militares afganos de que los lleven hacia Tadjikistán.
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