La alianza sorprendió a la izquierda radical
Hubo un incómodo silencio por la decisión de Tsipras de sumar a un partido ultraconservador
ROMA.– La izquierda radical europea reaccionó con un silencio incómodo, mientras que la francesa Marine Le Pen, como toda la derecha euroescéptica, aplaudía la victoria del griego Alexis Tsipras y su disposición a gobernar en sociedad con un pequeño partido ultraconservador sólo porque, como Syriza, es contrario a las políticas de austeridad de Bruselas y Berlín.
En el seno de la izquierda europea, únicamente el español Pablo Iglesias, líder de Podemos, y el ex jefe del Partido de Refundación comunista italiano Fausto Bertinotti tomaron posición, avalando la decisión de Syriza de aliarse con el derechista Griegos Independientes. La elección de Tsipras, en cambio, fue abiertamente criticada por el diario alemán Die Tageszeitung. "Éste no es un buen inicio", sentenció.
Por lo demás, la izquierda radical europea, después de los tonos triunfalistas de ayer tras la amplia victoria de Syriza, parece mantener un silencio incómodo.
Ayer, los sitios de diarios como Il Manifesto, de Italia, y L’Humanité, de Francia, seguían ignorando el inminente nacimiento de un gobierno que muchos en la izquierda consideran una alianza contra natura. L’Humanité, cercano a los comunistas franceses, de los que fue órgano oficial durante años, seguía titulando impertérrito: "Un soplo de esperanza para pasar la página de la austeridad".
Discretos, después de los tonos victoriosos de ayer, estuvieron varios líderes, como Nichi Vendola, en Italia, o Jean-Luc Mélenchon, en Francia. Una caricatura de Le Monde representaba a Mélenchon borracho tras la victoria de Tsipras, pero en una sala con todas las sillas vacías.
Por el contrario, la líder del ultraderechista Frente Nacional francés, Marine Le Pen, se alegró por la "bofetada democrática monstruosa que el pueblo griego le dio a la Unión Europea".
Por su parte, el líder de los euroescépticos británicos, Nigel Farage, definió la victoria de Syriza como "una buena noticia".
La alianza entre Syriza y Griegos Independientes agrada a la derecha euroescéptica porque permitirá reabrir el debate sobre la integración europea y el abandono de la moneda única. A la mayoría de los observadores, en cambio, les resultó un extraño binomio, de dos partidos que están a años luz uno del otro.
Syriza es laico, progresista y abierto en temas como la inmigración; Griegos Independientes es cercano a la Iglesia grecoortodoxa y está en pie de guerra contra los indocumentados y los sin techo. Difícil que la alianza pueda durar, a menos que el objetivo –recóndito– de Tsipras no sea llegar a nuevas elecciones para obtener la mayoría absoluta en el Parlamento.
Emanuele Riccardi
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