La boda del príncipe Harry y Meghan Markle: el motivo que retrasará la luna de miel
En una boda real nada es común y corriente. De manera que si lo usual es que luego de la fiesta los novios emprendan un viaje llamado luna de miel, en el caso del príncipe Harry y Meghan Markle eso no sucederá. No porque no tengan un destino paradisíaco en mente o no esté al alcance de sus posibilidades, al contrario, recordemos que el príncipe William y Kate tuvieron un maravilloso viaje de novios por Seychelles pero este solo tuvo lugar diez días después de la pomposa boda real. Esto significa que no es raro que los recién casados de la realeza modifiquen la clásica rutina de tomarse un avión todavía trasnochados después de la fiesta.
Tras dar el sí y celebrar primero con una recepción en el Palacio de Buckingham y luego con una fiesta en Frogmore House, Windsor, los tortolitos volverán el lunes a cumplir con sus obligaciones. Así lo confirmó en un comunicado el Palacio de Kensington hace unos días: "La pareja se irá de luna de miel pero no de inmediato. Tendrán su primer compromiso como marido y mujer en la semana siguiente a la boda", dijo el vocero del Palacio, Jason Knauf.
Al parecer, el único compromiso presente en la agenda de la pareja es nada más ni nada menos que el cumpleaños de 70 del príncipe Carlos que se celebrará con una gran fiesta en los jardines del Palacio de Buckingham el martes. La ceremonia reunirá miles de personas y honrará no solo al futuro rey sino a patronatos, militares y fundaciones que el príncipe de Gales apoya.
Sobre el destino de su luna de miel, que seguramente se llevará a cabo una semana después de la boda, las especulaciones son muchas pero la apuesta fuerte es a Namibia, Africa. El continente es muy especial para el príncipe Harry y ha jugado un rol clave en la historia de este romance: se dice que una de las gemas del anillo de compromiso proviene de allí, y fue en un viaje de tres semanas que realizaron juntos por esas tierras que él le propuso matrimonio. Según la revista Travel + Leisure, los recién casados irían a un complejo hotelero de lujo emplazado en el medio del desierto, rodeado de montañas, dunas y un horizonte de arena, donde se puede observar de cerca una impresionante cantidad de animales exóticos, un punto importante para Harry quien ha sido un fuerte activista por la conservación de especies.
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