La carta del Papa, bajo el análisis de una grafóloga

A partir del texto de Jorge Bergoglio difundido por el cardenal cubano Jaime Ortega con las palabras que el ex arzobispo de Buenos Aires pronunció en una sesión antes del cónclave –y que se cree que influyó en su elección-, la profesora Mónica Clementoni, grafoanalista, analizó las particularidades del manuscrito. Para realizar el estudio, la especialista analizó un escrito escaneado, no el original, con las limitaciones que esto implica.

A través del escrito presentado se observa una personalidad de carácter amable, calmo, estable, respetuoso de las normas establecidas, de su espacio y del espacio del otro, con facultad para discernir sobre lo propio y lo ajeno.

Demuestra también un buen nivel intelectual, curioso, que se preocupa y ocupa de cultivarse constantemente, inquieto en este sentido; además de ser una persona con claridad mental, lo que supone un pensamiento ordenado que se comporta con tacto y prudencia.

Con convicciones firmes, determinantes, basadas en pensamientos e ideologías fuertemente marcadas, si la situación lo requiere las defenderá con la firmeza y energía que sean necesarias, tratando de limar las aristas de la situación, siempre basándose en convicciones arraigadas, accionando dentro del marco de respeto que el hecho solicita, adaptándose a las normas establecidas y considerando a su prójimo.

Se observa una personalidad calma, equilibrada, prudente, medida y cautelosa en sus manifestaciones, como resultado de su capacidad de reflexión y evaluación de la situación que lo rodea. Suele aprovechar el tiempo al máximo, en pos de un mayor rendimiento en las posturas que se le presentan.

Asimismo, la persona analizada se muestra entusiasta, optimista, con buen humor, alegría y un buen grado de sociabilidad con capacidad diplomática, actuando con soltura y tacto en el medio que lo requiera.

Posee capacidad para llegar al otro, para ahondar en sus sentimientos, comprenderlos y vivenciarlos, dada su delicadeza de espíritu y sensibilidad ante los problemas vitales de su entorno se aflige.

Finalmente, es de una gran vida interior, la cual resguarda y protege. Una personalidad naturalmente modesta, sencilla que trata de evitar complicaciones, pero en su búsqueda la verdad, de la esencia de las cosas, prioriza al otro sobre sí mismo.

Mónica Clementoni