La cumbre con Putin altera la calma de Helsinki
HELSINKI (AFP).- Agentes de los servicios de seguridad rusos y norteamericanos se mezclan en las soleadas calles de Helsinki con los turistas, mientras ya hay manifestantes que muestran sus carteles. La capital finlandesa se prepara para la cumbre histórica de mañana entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin.
"¡Por una vez pasa algo en Helsinki!", dicen muchos finlandeses, contentos con la idea de que su país, de 5,5 millones de habitantes, se convierta en el centro del mundo por unas horas.
La cumbre, anunciada hace solo dos semanas, es el mayor evento de este tipo organizado en esta capital nórdica desde el encuentro entre Bill Clinton y Boris Yeltsin en 1997. Las autoridades, tomadas por sorpresa, tuvieron que trabajar a marcha forzada para garantizar la logística y la seguridad. El gobierno anunció anteayer el restablecimiento de los controles en sus fronteras Schengen para permitir la identificación de personas que puedan plantear riesgos.
Las medidas extraordinarias ya eran perceptibles en el aeropuerto Vantaa, de Helsinki. Las autoridades tuvieron que llamar a miles de policías, guardacostas y socorristas que estaban de vacaciones, en pleno verano europeo.
El vocero de la policía de Helsinki, Juha Hakola, vive su tercera cumbre este-oeste en 30 años de carrera y confía en que la jornada de mañana será "tranquila y sin problemas".
En la Explanada, una avenida comercial que se llena de turistas, la policía levantó barreras. Entre hoy y mañana hay previstas varias manifestaciones.
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