La eminencia gris detrás del presidente
Es el vicepresidente de Morales, García Linera, un universitario y ex guerrillero
LA PAZ.- Matemático, sociólogo y ex guerrillero, Alvaro García Linera, el nuevo vicepresidente de Bolivia, es considerado la eminencia gris detrás de Evo Morales.
Como universitario de porte distinguido, García Linera, de 43 años, tuvo un papel tranquilizador para los intelectuales, la clase media boliviana y los votantes del centro, inquietos por ciertos eslóganes de la campaña electoral. La fórmula Morales-García Linera, de hecho, fue calificada como el binomio "del indio y el blanco" o como el "del poncho y la corbata".
Mientras Morales es el ímpetu, por momentos la provocación y hasta el enfrentamiento, García Linera es el equilibrio, la frase cerebral, la moderación en los gestos y expresiones, aunque es igual de duro con sus adversarios.
Algunas versiones de prensa indican que García Linera no ve con agrado la estrecha relación de Morales con el presidente venezolano, Hugo Chávez, y que considera apropiado un acercamiento a Estados Unidos. El, sin embargo, lo niega.
"La relación con Evo Morales es una relación tremendamente armoniosa. Quienes quieren encontrar ya desde ahora fisuras se van a llevar un chasco, porque no hay decisión que yo tome o declaración que yo haga que no haya sido consultada con Evo", ha dicho. "El nivel de confianza es absoluto. Yo soy muy respetuoso de que él me consulte, pero él es respetuoso también como para consultarme los grandes temas nacionales."
De carácter más bien autoritario, el principal ideólogo del MAS no será un mero adorno en el gobierno. Este destacado intelectual de ideas radicales se perfila claramente como el pensador del futuro gobierno. Partidario de un Estado fuerte, "Alvaro", como lo llaman los militantes, tiene reputación de tener ideas claras sobre todos los temas.
El menor de cuatro hermanos de una familia de clase media tuvo una formación privilegiada. "A los 13 años comencé leyendo a Engels y Kant. Y a los 15 ya había terminado los tres tomos de «El capital»", dijo una vez.
Matemático, sociólogo, diplomado en ciencias políticas, García Linera integró a fines de los 80 el Ejército Guerrillero Tupak Katari (EGTK), junto al dirigente aymara Felipe Quispe, que más tarde se convertiría en el referente del movimiento indigenista.
Arrestado en 1992 junto con su esposa -también miembro del grupo guerrillero y de la que ahora está separado-, García Linera pasó cinco años en prisión y allí continuó con sus estudios de sociología.
Cuando salió de la cárcel trabajó como comentarista de televisión y continuó su carrera como profesor universitario. Fue invitado a dar conferencias en varias universidades, especialmente en Ecuador, Perú, España y Francia. Tras aceptar la propuesta de Morales de acompañarlo en la fórmula, compaginó las clases de sociología en la paceña Universidad Mayor de San Andrés con la campaña electoral.
Sobre su triunfo en las urnas, dijo: "Es el cumplimiento de uno de mis sueños y de mis esfuerzos intelectuales. El siguiente reto es que los indígenas gobiernen bien y de forma duradera".