Gerencia. La gente tiene que ser parte del cambio
Por George Kastner
El desafío más grande que tiene que enfrentar una empresa a la hora de producir un cambio interno es la atención a la gente.
Muchas veces las empresas piensan que los elementos relativos a su gente son lo que llamamos la parte "blanda" de la gerencia, pero esta parte blanda de la gerencia suele ser la más dura.
Las personas dedican años de servicios a la empresa, tienen sueños, expectativas y diferentes visiones sobre su propio futuro. Si la empresa solamente está dedicada al cambio desde la perspectiva del negocio o la tecnología y no invierte en su capital y su activo más importante, que es la gente, está condenada a fracasar.
De hecho, muchos autores a quienes se les atribuye la revitalización de los conceptos de reingeniería dirían que más del 70 por ciento de los casos de reingeniería fracasa cuando el esfuerzo se hace sobre el proceso o la tecnología y no sobre la gente.
Partícipes activos
La gente tiene que ser parte de la solución que induce al cambio. Tienen que ser autores y partícipes activos. De otra manera les resulta más difícil aceptarlo porque se sienten amenazados.
Otro aspecto de importancia en un proceso de cambio es que no puede tratarse solamente de promesas. La alta gerencia tiene que estar comprometida con el proceso de cambio. Eso es importante y es difícil, porque requiere que los líderes asuman el riesgo de enfrentar territorios desconocidos y tengan mucho espíritu innovador.
Si el personal siente que los ejecutivos no están comprometidos totalmente, si ellos no transmiten el mensaje adecuado, con la dirección y la intención del cambio, todo el mundo empezará a dudar de la validez y de la veracidad del esfuerzo que se está llevando a cabo en la empresa.
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