La guerra del narco desangra a México
Calderón puso en marcha una estrategia que tuvo un altísimo costo y dejó en evidencia los flancos más expuestos del Estado
CIUDAD DE MEXICO.- México lleva cinco años librando una guerra sin cuartel , que ya suma más de 40.000 muertos. Una lucha frontal encabezada por el presidente Felipe Calderón desde que asumió, en diciembre de 2006, en contra de poderosos carteles del narcotráfico, como el de Sinaloa y los Zetas . Y que ha generado miles de "narcorefugiados" que se desplazan por el país buscando seguridad, mientras las peticiones de asilo se disparan en Estados Unidos y en México.
Secuestros, desapariciones, asesinatos masivos y hasta decapitaciones -cuyas víctimas ya no son sólo integrantes de bandas rivales, sino ciudadanos comunes, grupos de inmigrantes y activistas de derechos humanos- se volvieron una situación cotidiana. Y una verdadera "narcocultura" pasó a reemplazar a la música, la literatura, las teleseries y el patrimonio arqueológico de este país en los medios de comunicación locales y extranjeros.
¿Cómo ocurrió esto? El punto de inflexión fue, sin dudas, el inicio de la estrategia de Calderón contra la droga, al militarizar por completo el combate a estos grupos, que reaccionaron abandonando el "bajo perfil" que habían mantenido durante los gobiernos anteriores.
Edgardo Buscaglia, especialista de las Naciones Unidas en temas de narcotráfico, asegura que la violencia organizada refleja la incapacidad del Estado de desmantelar las logísticas operativas de transporte, distribución y producción de los grupos delictivos, a los que denomina "empresas criminales mexicanas".
La estrategia para revertir el fenómeno debe ser integral e incluir un sistema judicial fuerte, el desmantelamiento de la economía criminal y el combate efectivo a la corrupción, afirma Buscaglia. Pero anticipa que la violencia continuará, pues no hay indicios de una alianza entre las organizaciones criminales que -de acuerdo con la experiencia internacional- suele reducir los niveles de violencia.
En este escenario, la inseguridad se convirtió en los últimos años en la principal preocupación para los mexicanos. De acuerdo con una encuesta nacional elaborada por El Universal, el 48% de los encuestados -de un total de 32.000 personas consultadas por teléfono- considera que la falta de seguridad ocupa el primer sitio entre los problemas que enfrenta el país.
Para Elena Azaola, coordinadora de la Red de Especialistas en Seguridad Pública e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Social (Ciesas), la impunidad es el factor clave en la escalada de violencia. Y advierte que es preocupante no sólo por la cantidad, sino por las modalidades que ésta ha asumido.
Esta escalada de violencia, explica Azaola, se traduce en impunidad porque la mayoría de los asesinatos y hechos violentos no han sido investigados ni castigados, lo que se suma a las fallas en el fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública y justicia.
"Hay una descomposición social brutal, los responsables de la violencia ven que no pasa nada, y, si no hay un freno por parte de las instituciones, la confrontación escala geométricamente porque no hay capacidad de aplicar las leyes", afirma.
Por su parte, René Jiménez Ornelas, especialista en violencia social del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que el incremento de la violencia pone de manifiesto el fracaso de la estrategia para combatir a los carteles.
Pero agrega que el gobierno federal también debe modificar sustancialmente la política económica, pues de lo contrario lo único que podrá esperarse son niveles mayores de violencia, dado el contexto social de desigualdad y falta de oportunidades que enfrenta el país.
Las elecciones presidenciales y legislativas de 2012 serán un momento crucial para el futuro de México. El nuevo gobierno deberá determinar no sólo la nueva estrategia de combate al narcotráfico, sino también la manera de reconstruir la institucionalidad perdida y la confianza de la ciudadanía.
CRECEN LOS SECUESTRO LIGADOS A LA DROGA
CIUDAD DE MEXICO (AP).– En momentos en que crece la diversificación de las actividades del crimen organizado, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de México informó ayer que el 30% de los presuntos secuestradores detenidos por la policía federal desde 2006 tenían vínculos con carteles del narcotráfico. Según un informe de la SSP sobre los resultados del combate contra el secuestro, entre diciembre de 2006 y fines de 2011 fueron liberados 1587 secuestrados y detenidos 1756 presuntos secuestradores, de los cuales casi un tercio mantenía vínculos con el narcotráfico. De éstos, más de la mitad pertenecían al cartel del Golfo o a Los Zetas.
María de la Luz González
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