La guerra que se cerró en 1953 sin un tratado de paz
TOKIO (EFE).- La guerra de Corea, en la que murieron, según diferentes estimaciones, entre un millón y tres millones de personas entre 1950 y 1953, no se cerró nunca con un tratado de paz, por lo que las dos Coreas siguen, hoy en día, técnicamente en guerra.
Llamada a veces la guerra olvidada, el conflicto coreano fue una de las fatales consecuencias del orden establecido después de 1945, a la que la historia no le ha dado tanta importancia como a su predecesora, la Segunda Guerra Mundial, o a su sucesora, la guerra de Vietnam.
La península coreana era una colonia japonesa desde principios del siglo XX como consecuencia del creciente ímpetu nipón y las derrotas que el ejército imperial infligió a China, en 1895, y a Rusia, en 1905.
El final de la guerra en Europa llevó el foco del conflicto a Asia, donde la rápida derrota de Japón dejó lugar para que Estados Unidos y la Unión Soviética comenzaran a librar las primeras batallas de la Guerra Fría.
El avance ruso por el Norte se neutralizó con la llegada estadounidense a la península coreana en septiembre de 1945. Finalmente, la frontera quedó establecida en el paralelo 38, que desde entonces ha permanecido como una de las fronteras más militarizadas del mundo. El frágil equilibrio causado por la escisión fue puesto a prueba durante los primeros años de independencia.
La división tuvo lugar con una convocatoria de elecciones en el Sur que no tuvo seguimiento en el Norte, donde el poder quedó en manos de Kim Il-sung, progenitor del actual dictador Kim Jong-il. El resultado: sobre el paralelo 38, la República Democrática Popular de Corea del Norte, controlada por la Unión Soviética. Al otro lado, la República de Corea, tutelada por Estados Unidos. La suerte estaba echada para las dos caras de una misma nación, que se convirtieron en los peones de una partida de ajedrez jugada por gigantes nucleares en el tablero mundial.
En 1950, Corea del Norte lanzó un ataque a través de la frontera con Corea del Sur sin que mediara provocación alguna.
Con un ejército mejor preparado y armado que el del Sur, Kim Il-sung hiló una serie de éxitos en los comienzos de la guerra, asesorado por expertos soviéticos. Sin embargo, la respuesta estadounidense vertebrada con las fuerzas dejadas en la región doblegó el ataque norcoreano y Washington lanzó a sus tropas a conquistar el Norte y unificar el país.
El avance estadounidense causó la lógica preocupación en la China de Mao Tse-tung, que preparó a sus tropas al otro lado del río Yalu en previsión de una continuación de la campaña de Estados Unidos. Con unas tropas bien entrenadas, China y Corea del Norte retomaron el terreno perdido y volvieron a ocupar Seúl.
El ejército estadounidense detuvo el ataque chino de primavera de 1951 y el resto de la guerra fue un toma y daca en torno del paralelo 38, donde había comenzado todo.
El 27 de julio de 1953, las Naciones Unidas aceptaron una propuesta india de armisticio para Corea. China, Corea del Norte y Estados Unidos firmaron un armisticio que puso fin a una guerra para la que hasta ahora nunca ha habido tratado de paz.
lanacionar