La heroína de Hollywood

1996

A los 30 años, Erin Brockovich ya tenía tres hijos y se había divorciado dos veces. No tenía trabajo, era disléxica y registraba dos títulos en su currículum: uno terciario, en artes aplicadas, y el de Miss Costa del Pacífico, que había obtenido a los 21 gracias a su impactante figura. Entonces, un choque automovilístico le cambió la vida.

Como resultó herida, contrató al estudio de abogados Masry & Vititoe para defenderla. Una vez más, no tuvo éxito. Sin embargo, logró que uno de los abogados, Edward Masry, se apiadara de su situación y la contratara para trabajar como cadete.

La curiosidad de esta joven nacida en Kansas, hija de una periodista y un ingeniero industrial, pronto la impulsó a ir por más: unos documentos llamaron su atención mientras revisaba archivos, y logró que Masry le permitiera investigar lo que estaba sucediendo en Hinkley, un pueblo de California cuya agua fue mortalmente contaminada durante décadas con cromo por la empresa Pacific Gas & Electric.

Cinco años más tarde, en 1996, Erin lograría un premio codiciado por las firmas más importantes de abogados: la mayor indemnización pagada hasta entonces por una empresa en Estados Unidos a personas afectadas por la contaminación ambiental.

Un monto de 333 millones de dólares fue repartido entre los abogados y los 634 habitantes de Hinkley. De no tener nada, Erin pasó a tener dos millones de dólares.

Pero eso no es todo. Mientras investigaba el caso, Erin le contaba su odisea a una amiga, que a su vez se la contaba a otra. Esta última estaba casada con un productor de cine... que es socio del reconocido actor y productor Danny DeVito.

Así, la historia llegó a la pantalla grande en 2000, dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Julia Roberts. La película fue nominada a cinco Oscar -Roberts ganó el premio a la mejor actriz- y contó con la participación de la propia Erin Brockovich en un papel más que secundario: interpretó a la moza de un bar.

2005

Con la película que lleva su nombre, Erin se hizo famosa en todo el mundo. Pero pocos conocen aún su verdadero apellido y todo lo que sufrió después de haberse convertido en heroína.

Brockovich es el apellido del segundo marido de Erin Patee, que en 1999 se casó por tercera vez. Con Eric Ellis tuvo mejor suerte que con sus parejas anteriores: su primer esposo y un ex novio -el motoquero caracterizado en la película, que le cuidaba a sus hijos mientras ella investigaba el caso que la hizo famosa- se unieron para extorsionarla apenas se estrenó la película.

Ambos contrataron a un abogado que amenazó con engañar a los medios, diciéndoles que Erin había sido una mala madre y que había tenido un romance con Masry. Le exigieron 310.000 dólares a cambio de su silencio. No tuvieron éxito, y el abogado terminó en prisión.

Pero ése no fue el único mal trago que le trajeron la fama y el dinero. Sus dos hijos mayores, entonces adolescentes, comenzaron a consumir drogas y debieron ser internados en clínicas de rehabilitación.

"A veces pienso que esta casa es una maldición -dijo en una entrevista, en referencia a la mansión de Los Angeles a la que se mudó, y donde aún vive-. Fue como pasar de ser mendigos a millonarios, y los catapultó [a mis hijos] a un estilo de vida al que no estaban acostumbrados. Yo me sentía muy culpable, por haber estado ausente trabajando, y comencé a darles demasiadas cosas."

Una ola de experiencias nuevas también llegó hasta Erin, quien hoy es directora de investigación del estudio Masry & Vititoe, dicta conferencias y tiene más de 20 premios y distinciones registradas en su currículum.

No sólo publicó un libro de autoayuda -Te lo digo yo: la vida es una lucha pero podés ganar-. También participó de un par de programas de televisión y ahora va en camino de producir otro: "Class Action", una serie sobre casos judiciales en Estados Unidos.

Otras ofertas quedaron en el camino. Como la que le hizo Playboy... para posar desnuda para el póster desplegable de la revista.