El error de Putin, preludio de catástrofe
Se dice que durante una batalla en 1805, Napoleón advirtió: "Cuando el enemigo está dando un paso en falso, hay que cuidarse mucho de no interrumpirlo".
Esa frase también suele citarse como "Nunca hay que interrumpir al enemigo cuando está cometiendo un error". Más allá de las palabras exactas, esa admonición es un punto de partida muy útil para pensar l a situación de Ucrania .
El presidente ruso, Vladimir Putin, cometió un error al invadir Crimea , provocando la escalada de una crisis que se venía incubando desde hacía meses. Habría sido provechoso que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo disuadiera de cometer esa equivocación , pero el avance de Putin sobre Crimea parece fruto de un profundo error de juicio sobre la reversibilidad del proceso que condujo a la desintegración de la Unión Soviética, en 1991.
Cuanto más profundice Rusia su estrategia revanchista, más empeorarán sus problemas.
La nostalgia del pasado del líder ruso fue expuesta en los Juegos Olímpicos de Sochi.
Como lo expresó la semana pasada David Remmick en The New Yorker, para Putin la caída de la Unión Soviética fue "un trágico error", y Sochi exaltó su visión de una Rusia nuevamente poderosa. Esa actitud condujo a Putin a lo que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, describió como "un flagrante acto de agresión" y "una violación de sus compromisos internacionales".
Kerry le reclamó a Putin que "dé marcha atrás con la invasión". El líder ruso se ahorraría inmensas penas si siguiera el consejo de Kerry, pero parece improbable que lo haga.
Su equivocación en Sebastopol puede llevarlo a cometer otros errores en otras partes, aunque esperemos que Putin no incurra en un proceder insensato. Pero cuanto más busque Putin reafirmar el poderío de Rusia, más subrayará sus debilidades.
Tal vez inevitablemente el tema principal durante el fin de semana no fue el criminal ataque de Putin sobre Crimea, sino si Obama no lo había alentado con su insuficiente muestra de fuerza.
Si bien hay muchas críticas válidas que pueden hacérsele a la política exterior de Obama, en especial en Siria, pensar que el ataque de Putin se debe en alguna medida a una falla de Estados Unidos es una idea perversa.
Hacía dos meses que el gobierno de Obama venía espoleando a la Unión Europea (UE) para que la crisis de Ucrania fuese tomada más seriamente. Los informes mostraban que Putin estaba impaciente con el entonces presidente prorruso de Ucrania, Viktor Yanukovich, al que le reclamaba más dureza en la represión de los manifestantes en la plaza de la Independencia, en Kiev.
El disgusto de Putin con Yanukovich se ha hecho evidente desde que el presidente destituido huyó de la capital.
El principal error de interpretación de Putin es no entender que el centro de gravedad de la ex Unión Soviética se ha movido hacia el Oeste. Los ex Estados satélite soviéticos, como Polonia y la República Checa, son prósperas naciones miembro de la UE.
Las naciones que alguna vez integraron Yugoslavia sobrevivieron a su sangrienta partición, y la mayoría de ellas emergieron como democracias fuertes.
Hasta noviembre pasado, estaba previsto que Ucrania también se sumara a ese movimiento de integración con Europa, cuando de pronto Yanukovich suspendió las conversaciones comerciales y financieras con la UE, y aceptó el soborno de Putin de 15.000 millones de dólares en asistencia económica para quedarse del lado ruso.
Para las decenas de miles de valientes ucranianos que desafiaban el frío y la brutalidad policial, la sumisión de Yanukovich a Moscú fue como un intento de poner la historia en contramarcha.
Trampa
La oportunidad que tiene Putin se contradice casi absolutamente con su idea atávica de restauración. Sólo avanzando hacia el Oeste, hacia Europa, podría Rusia salir de su trampa demográfica y política.
Año tras año, el sistema político ruso va mutando en un corrupto despotismo oriental, que deja a Moscú más cerca de Almaty (capital de Kazakhstán) que de Berlín. La alternativa es que Ucrania arrastre consigo a Rusia hacia Occidente.
Tal como lo explicó en su libro de 2008 el ex asesor en seguridad nacional norteamericano Zbigniew Brzezinski, "si Ucrania se vuelca hacia Occidente, primero a la UE y en algún momento hacia la OTAN, son mucho mayores las chances de que Rusia también dé un giro hacia Europa".
"Tarde o temprano, los rusos se dirán: «Nuestro futuro será más seguro y nuestro control sobre los territorios del Este estará más garantizado si existe una especie de comunidad atlántica que se extienda desde Lisboa hasta Vladivostok»", agregó.
Pero tal vez la Rusia de Putin siga cometiendo más errores: tal vez veamos una cascada de errores, con mayor presencia militar rusa en el interior de Ucrania, el escenario perfecto para una guerra civil. Son ese tipo de errores los que traen consecuencias catastróficas, y Obama haría mejor en buscar disuadir a los rusos de su agresión, sin especificar cuáles son los parámetros de Washington para esa escalada.
Pero tanto Estados Unidos como Europa deben acordar que éste es un caso de violación del orden internacional. Me encantaría que pudiésemos interrumpir los errores de Rusia, pero hasta el momento Putin insiste en equivocarse.
Traducción de Jaime Arrambide
David Ignatius
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