La matanza en Veracruz, el reflejo más reciente de la barbarie
Desconocidos irrumpieron en un cumpleaños y asesinaron a trece personas, entre ellas un bebé
MINATITLÁN, México (AFP).- Lágrimas e indignación sacudieron el domingo a la ciudad de Minatitlán, en el estado de Veracruz, que realizó los funerales de 13 personas, entre ellas un bebé, que fueron atacadas a tiros durante una fiesta de cumpleaños.
Los rezos y la música fúnebre resonaron en los cementerios de Minatitlán, resguardados por un fuerte dispositivo de seguridad mientras policías y soldados rastreaban por aire y tierra a los posibles asesinos.
Muchas de las víctimas recibieron numerosos impactos de bala y al menos siete fueron ultimadas con un tiro en la cabeza, según un informe policial.
El ataque ocurrió la noche del viernes último cuando sujetos armados irrumpieron en un salón de fiestas donde unos 50 invitados celebraban el cumpleaños de una mujer. Tras preguntar por una persona de nombre Julio César González, los agresores abrieron fuego y asesinaron a siete hombres, cinco mujeres y un pequeño.
"Lamento mucho lo que sucedió en Minatitlán (...) Vamos a reforzar con más elementos de la secretaría de Marina y del Ejército el estado de Veracruz", dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador tras la divulgación el fin de semana de nuevas cifras récord de violencia en México.
Uno de los sepelios más emotivos fue el de César Hernández y su hijo, Santiago, de un año. Hernández era un reconocido entrenador de jugadores de béisbol en categorías menores y fue homenajeado en el estadio donde entrenó a docenas de chicos.
"Estamos enojados y tristes, era una gran persona, un gran ser humano, y además ¡de qué manera nos lo arrebataron!", se lamentó uno de los organizadores del funeral, que no quiso dar su nombre.
El pequeño Santiago fue colocado entre los brazos de su padre, ambos en el mismo féretro. "El papá trató de protegerlo entre sus brazos, quiso salvarle la vida, pero no pudo", comentó uno de los asistentes al funeral. A Santiago lo mató una bala que le atravesó la vena carótida, según el informe policial.
En tanto, numerosos uniformados vigilaron de cerca el entierro de Julio César González. En un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública sostuvo que los atacantes tenían como blanco a esta persona transgénero, aparentemente dueña de un bar gay y muy popular en la ciudad.
Una fuente del Ejército dijo bajo anonimato que González "había recibido amenazas de la delincuencia, que le exigía el derecho de piso" para poder continuar con su negocio.
El jefe de la policía de Veracruz, Hugo Gutiérrez, que encabeza los operativos de seguridad, informó que ya tenía "objetivos en la mira".
Los asesinos "están ligados a un grupo de la delincuencia organizada", dijo Gutiérrez, sin dar mayores detalles sobre el grupo en cuestión para no entorpecer las investigaciones.
En Veracruz, estado que se extiende por toda la costa del Golfo de México, los carteles narcotraficantes de Los Zetas y sus rivales de Jalisco Nueva Generación mantienen una guerra a sangre y fuego por el control de las rutas de paso de drogas y el robo de combustible.
El 16 de marzo, en un acto de intimidación, miembros de Jalisco Nueva Generación llegaron armados en un convoy de al menos 40 camionetas y se dedicaron a quemar camiones cerca de Minatitlán, ciudad dedicada al petróleo.
En noviembre último, también en Minatitlán, cinco personas fueron asesinadas durante una fiesta en la que se celebraba un aniversario de bodas.
El gobierno de México mantiene desde finales de 2006 una intensa ofensiva militar, no exenta de polémicas, para enfrentar a las mafias. Desde entonces, cerca de 250.000 personas fueron asesinadas, según datos oficiales que no precisan cuántas de estas víctimas están vinculadas al combate de los criminales. Y más de 40.000 personas, según el mismo balance, se encuentran desaparecidas.
Refuerzan la seguridad de López Obrador
Las medidas de seguridad personal en torno del presidente Andrés Manuel López Obrador y su familia fueron reforzadas tras las amenazas de muerte que formuló una organización criminal dedicada al robo de combustible en el estado central de Guanajuato. El mandatario dijo que estas advertencias no afectan su trabajo porque "el que lucha por la justicia no tiene nada que temer".
El viernes pasado, el mafioso José Antonio Yépez, el Marro, uno de los hombres más buscados, firmó un gran cartel colocado en una transitada avenida de la ciudad de Celaya, Guanajuato, en el cual amenaza a López Obrador.
Apenas se difundieron las amenazas se prohibió estacionar frente a la entrada de la vivienda del presidente, donde vive con su esposa, Beatriz Gutiérrez, y su hijo menor, y varios vehículos policiales fueron dispuestos para vigilar la calle. Desde que asumió su cargo el 1° de diciembre pasado, López Obrador ordenó disolver el Estado Mayor Presidencial (EMP), un grupo de elite del Ejército destinado a proteger a los presidentes mexicanos, y también decidió no usar el avión especialmente equipado Dreamliner que utilizaron sus antecesores.
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