La presidenta, de abuela cariñosa a infractora de tránsito
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PORTO ALEGRE (DPA).- Nada mejor para un presidente que seguir las reglas y predicar con el ejemplo. Y si no se puede, reconocer el desliz, como hizo Dilma Rousseff, quien ayer pidió disculpas en la red social Twitter por infringir las normas de tránsito y llevar a su nieto de tres años en brazos en el asiento de atrás de su auto. Así la sorprendió un fotógrafo cuando circulaba con la ventanilla baja en una calle de Porto Alegre, donde fue a visitar a su hija, en dirección a otra casa de la familia. "Estuve hoy en la casa de mi hija, y, desde allí, lleve a mi nieto a la casa de su abuelo. [...] Fue un error, la legislación de tránsito es clara: los niños deben andar en la sillita [de auto]. Pido disculpas por el error", escribió.
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