La prohibición de una entrevista a Lula genera una nueva polémica en la campaña electoral brasileña
RIO DE JANEIRO.- Una nueva polémica estalló en la campaña electoral brasileña. En las últimas horas, la Corte Suprema se volvió escenario de una pulseada entre sus jueces en torno al derecho de la prensa de entrevistar al encarcelado expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, cuyas ideas han sido clave para diseñar la exitosa campaña del Partido de los Trabajadores (PT).
El popular exmandatario encabezaba todas las encuestas para las elecciones del 7 de octubre hasta que, tres semanas atrás, su candidatura fue impugnada por cumplir una condena a 12 años de prisión por corrupción. En este breve tiempo, su reemplazante, el exalcalde de San Pablo Fernando Haddad, consiguió trepar hasta ubicarse en el segundo puesto de las preferencias, con 22% de apoyo, detrás del actual favorito, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), quien mantiene el 28% de las intenciones de voto.
Ayer por la mañana, a pedido del diario Folha de São Paulo, el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Ricardo Lewandowski había autorizado a que la columnista del periódico Mónica Bergamo realizara una entrevista con Lula en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde está recluido desde el 7 de abril. La solicitud de Folha había sido rechazada antes a la 12ª Corte Federal de Curitiba, pero el diario elevó el asunto a la Corte Suprema por entender que impedía el libre ejercicio del periodismo y el principio de igualdad ante la ley, ya que es normal que se permitan las entrevistas a presos.
"Diversos medios de comunicación entrevistan presos por todo el país sin que eso acarree problemas mayores al sistema carcelario", escribió en su fallo Lewandowski. Sin embargo, a la medianoche, en respuesta a una acción del partido Novo que apeló la decisión de Lewandowski, su colega del STF Luiz Fux suspendió la autorización por medio de una medida cautelar y resaltó que si la entrevista ya hubiese sido realizada, su divulgación está censurada.
"Determino que Luiz Inacio Lula da Silva se abstenga de realizar entrevistas o declaraciones a cualquier medio de comunicación destinado a la transmisión de información para el público en general. Determino, además, que en caso de que cualquier entrevista o declaración ya haya sido realizada por parte del aludido demandado, se prohíbe la publicación o divulgación de su contenido por cualquier forma, bajo pena de configuración de crimen de desobediencia", escribió Fux en su controvertido fallo.
Para el magistrado, existe el riesgo de que la entrevista con Lula "cause desinformación en las vísperas de la elección", que se realizará el domingo de la próxima semana. La resolución generó de inmediato duras críticas de toda la prensa, y en especial de Folha, que denunció que se trata de un caso inaceptable de censura previa.
"La decisión del juez Fux es el acto más grave de censura desde el régimen militar. Es una bofetada a la democracia brasileña. Revela una visión mezquina de la libertad de expresión", reaccionó el abogado de Folha, Luis Francisco Carvalho Filho.
Al requerir la suspensión de la entrevista, el partido Novo alegó que el fallo de Lewandowski daña el principio republicano y la legitimidad del pleito electoral.
"No se pretende con esta acción imponer ningún tipo de censura. Lejos de eso, lo que se busca es que la entrevista no sea realizada antes de las elecciones. No se trata apenas del hecho que él [Lula] esté en la cárcel; otras entrevistas ya se dieron en prisión", señaló la agrupación política y recordó que aunque la legislación electoral no permite que ningún condenado en segunda instancia compita por un cargo electivo, el PT insistió en la candidatura de Lula por mucho tiempo después de su condena y encarcelamiento.
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