La tarde en una sinagoga
NUEVA YORK (Para LA NACION).- En un esfuerzo por afianzar la reconciliación entre católicos y judíos, el papa Benedicto XVI, de origen alemán, visitó ayer por la tarde la sinagoga Park East, en Manhattan, donde fue cálidamente recibido por el rabino Arthur Schneier, un inmigrante austríaco sobreviviente del Holocausto.
En la víspera del comienzo de la Pascua judía, este encuentro de gran peso simbólico fue además todo un hito histórico, ya que se trató de la primera vez que un papa ingresa en una sinagoga de Estados Unidos, y tan sólo la tercera vez que un pontífice acude a un templo judío en los más de 2000 años de historia de la Iglesia Católica (Juan Pablo II fue el primero en hacerlo, en 1986).
" Shalom . Me es muy emotivo recordar que Jesús, cuando era un niño, escuchó las palabras de las Escrituras y oró en un lugar como éste", señaló el Papa acerca del antiguo templo de piedra ubicado en la calle 67, entre las avenidas Lexington y Tercera.
Al asumir hace tres años, Benedicto XVI había provocado inquietud entre los judíos al restablecer la llamada "oración de los judíos", en latín, a la misa de Viernes Santo.
En esa oración se pide a Dios que "quite el velo de los corazones a los judíos" para que puedan aceptar a Jesucristo y "ser liberados de su oscuridad".
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