La violencia no se disipa e Israel amenaza con actuar dentro de Gaza

CIUDAD DE GAZA.- La frontera entre Israel y la Franja de Gaza seguía en alerta de los dos lados de la valla limítrofe, luego de los choques del día anterior que dejaron 16 muertos palestinos en una erupción de violencia que ayer añadió nuevos enfrentamientos y 70 heridos.

Israel acusó ayer al grupo islamista Hamas -que gobierna en Gaza- de provocación y amenazó con "reaccionar dentro de la Franja" si las protestas continúan. "Lo que vimos [anteayer] fue un acto organizado de terrorismo", dijo el vocero del ejército israelí, Ronen Manelis. "Israel actúa firmemente para proteger su soberanía y seguridad", escribió en Twitter el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu,

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, declaró ayer día de luto y convocó a una huelga general en Cisjordania. Miles de personas marcharon en Gaza en los funerales de los muertos de anteayer, en medio de llamados a la "venganza".

En la frontera, soldados israelíes volvieron a abrir fuego e hirieron a 13 palestinos, luego de la jornada más sangrienta en la Franja desde 2014. También hubo choques en Hebrón, en el sur de Cisjordania, y una manifestación en Nablus.

Además de los 16 muertos, los enfrentamientos de anteayer dejaron más de 1400 heridos, 758 de ellos por disparos y el resto por balas de goma o gases lacrimógenos.

Del lado israelí, que no sufrió muertes ni heridos, el ejército dijo que respondió a la amenaza que representaban los manifestantes que llegaron al borde de la frontera, y que arrojaron piedras y bombas incendiarias en su dirección.

Los palestinos acusaron a Israel de hacer un uso "desproporcionado de la fuerza", mientras que las organizaciones de derechos humanos cuestionaron la utilización de parte del ejército de balas reales. "El gran número de mártires y de personas heridas en estas manifestaciones pacíficas demuestra que la comunidad internacional debe intervenir para asegurar la protección de nuestro pueblo", dijo Abbas, que responsabilizó íntegramente a Israel por violencia.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió una "investigación independiente y transparente" sobre los cruentos enfrentamientos. La Unión Europea (UE) reclamó lo mismo y dijo que "la libertad de expresión y de reunión son derechos fundamentales".

La violencia se desató cuando 30.000 palestinos participaban en la llamada "Gran marcha del retorno", en referencia al éxodo al que debieron someterse sus familias al momento de la fundación del Estado de Israel, en 1948, cuando perdieron sus tierras ancestrales.

La protesta palestina se extenderá durante seis semanas y culminará el 15 de mayo, el día que los palestinos conmemoran la Nakba (catástrofe), en referencia a la expulsión del actual Israel.

El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, dijo que la protesta es además un mensaje al presidente norteamericano, Donald Trump, y a quienes apoyan el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. "No se hacen concesiones en Jerusalén, no hay una alternativa al Estado palestina y no hay otra solución que el retorno" de los refugiados, afirmó.

Agencias AFP, DPA y Reuters