Lacalle Pou saca ventajas para un eventual ballottage

MONTEVIDEO.- Cuando faltan dos semanas para las elecciones de Uruguay, la oposición liderada por Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) aventaja al oficialista Frente Amplio (FA) para un eventual ballottage, aunque su plan de una coalición variopinta se complicó en las últimas semanas, por roces con potenciales socios políticos. Eso siembra incertidumbre sobre el resultado y despierta expectativas en la izquierda, que busca ser un faro en América del Sur para un renacer de la ola progresista de los últimos años.

Según las encuestas, el FA es favorito para la primera vuelta del 27 de octubre, con una intención de voto de entre 38% y 41%, seguido por el Partido Nacional, entre 22,6% y 29%, y el Colorado, entre 12% y 18%. Para ganar en esa instancia se necesita el 50% más uno de los votos. Y ningún partido está dispuesto a hacer acuerdos con la izquierda para un eventual ballottage, previsto para el 24 del mes próximo, lo que favorece las posibilidades de Lacalla Pou.

La persistente preocupación por el aumento de delitos, el malhumor económico por el estancamiento productivo, la suba del desempleo y una baja aprobación a la gestión de gobierno complican el intento del FA de ir por un cuarto gobierno. A eso se agregan los enredos en el oficialismo para tratar acusaciones de corrupción y por el apoyo al chavismo que hacen la mayoría de partidos de la coalición de izquierda.

"La probabilidad de alternancia en el gobierno es mayor que en los años anteriores, aunque aún el escenario no puede darse por cerrado", señaló a LA NACION el politólogo Ignacio Zuasnabar.

"Luego de ganar las últimas tres elecciones presidenciales con mayoría parlamentaria propia, el FA enfrenta este año un escenario electoral mucho más desafiante que los anteriores y la oposición corre con ventaja, pero la elección no puede considerarse definida", agregó el responsable de las encuestas de Equipos Consultores.

"Tenemos una preciosa oportunidad de recuperar elementos esenciales que nos hicieron ejemplo en el mundo", dijo Lacalle Pou esta semana, en referencia a su propuesta sobre seguridad y educación.

El candidato oficialista, el socialista Daniel Martínez, retrucó en otro acto de campaña. "Hay que tratar de sacar todo ese ruido de que el país es un desastre", dijo, al destacar los logros de los gobiernos del FA.

Los partidos fundacionales, Nacional y Colorado, junto al partido de centroizquierda Independiente, expresaron voluntad de unirse para gobernar y la suma de sus votos supera en los sondeos al oficialismo.

La novedad está en un partido nuevo, Cabildo Abierto, liderado por un militar retirado que era el comandante en jefe del Ejército hasta marzo y fue cesado por el presidente Tabaré Vázquez por cuestionamientos a fallos judiciales sobre crímenes de la dictadura.

Guido Manini Ríos, con un discurso de firmeza ante el delito y combate de la corrupción, logró una adhesión en pocos meses de más del 10% del electorado, y está compitiendo por el tercer puesto con los colorados. "Vamos a apoyar el cambio, sea quien sea el candidato contra el FA", dijo Manini.

Lacalle Pou no duda en sumarlo como socio a la coalición, pero el candidato colorado, el economista Ernesto Talvi, que debuta en elecciones, y el pequeño Partido Independiente dudan de coaligarse con el movimiento del general retirado.

"Cabildo Abierto tiene la llave del Parlamento", dijo a LA NACION Eduardo Botinelli, de la consultora Factum, y agregó que solo la mitad de su electorado tiene relación con militares y el resto provienen de votar a blancos, colorados o frentistas, unidos por "la voluntad de cambio".

En las elecciones participan 11 partidos, de los cuales nueve tienen chances de conseguir bancas en Diputados: eso generaría una fragmentación inédita en el Parlamento.

Para un ballottage, "el FA puede incrementar su electorado entre cinco y ocho puntos", por lo que la primera votación será clave para la definición de noviembre, advierte Rafael Porzecanski, de la encuestadora Opción.