Las FARC no detendrán su ofensiva en Colombia
BOGOTA.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) declararon ayer que la ofensiva que han desencadenado en los últimos diez días en el país, que dejó más de 80 muertos, no se ha detenido.
Representantes del gobierno de Andrés Pastrana y de la principal guerrilla del país reanudaron ayer el diálogo de paz en la localidad de Los Pozos, en la zona de distensión, en un ambiente enrarecido por declaraciones previas que muestran la desconfianza mutua y por una nueva acción de la guerrilla contra la policía, que dejó diez muertos.
Pocas horas antes de retomar las negociaciones -cuyo propósito es definir un cronograma para una tregua-, el vocero rebelde Raúl Reyes dijo que "no se han parado las acciones de las FARC, así como no han parado el accionar del ejército en todo el país ni el paramilitarismo".
En una entrevista a Radio Caracol, Reyes cuestionó asimismo la fecha pactada el domingo pasado con el gobierno para lograr los primeros acuerdos de cese al fuego -el 7 de abril-, por considerar que ésta corresponde a intereses electorales del oficialismo (Colombia celebrará elecciones legislativas el 17 de marzo y presidenciales el 26 de mayo).
La fecha "deja un sabor que no muestra el deseo gubernamental de darle importancia y continuidad al proceso, porque no es posible someter un proceso tan importante, que busca la paz con justicia social, a unas fechas que tengan que ver, ante todo, con intereses electorales", dijo.
Ofensiva
La reanudación de las negociaciones se produce tras una severa crisis que estuvo al borde de desencadenar la ruptura total de las negociaciones, iniciadas hace tres años, y que el domingo se salvó con un acuerdo de último momento auspiciado por la ONU y la comunidad internacional.
También, esta nueva reunión se produce en medio de una ofensiva militar de las FARC, que incluye atentados contra la infraestructura, bloqueos de rutas y ataques a poblaciones. Ayer, cuatro policías y seis insurgentes murieron tras una emboscada de la guerrilla cerca del municipio de Rosas, en el sureño departamento del Cauca.
En los últimos días, los rebeldes han incendiado camiones, atacado estaciones policiales y destruido torres de energía. Como consecuencia, varios municipios han sufrido racionamientos y ya se anunció el aumento de tarifas de luz para cubrir los costos de las reparaciones.
Impuesto revolucionario
Dentro de las discusiones que adelantarán las partes figura el cese de la práctica del secuestro, una de las principales fuentes de financiamiento de la guerrilla, la más grande de América latina, con más de 17.000 hombres.
Sin embargo, en declaraciones al diario El País, de España, comandantes rebeldes afirmaron que estarían dispuestos a acabar con el secuestro sólo si se legaliza el cobro de la llamada ley 002 o "impuesto revolucionario", por la cual los rebeldes extorsionan a empresas y personas que tienen un patrimonio superior a un millón de dólares a pagarles un "impuesto".
Los dirigentes rebeldes Andrés París y Simón Trinidad, que admitieron la existencia de empresas y personas que cumplen con la extorsión, justificaron su pretensión: se necesitan fondos para promover los cambios requeridos por Colombia.
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