"Lo peor duró cuatro o cinco horas"
Lo afirmó José Ignacio Attar, un ingeniero argentino que vive a 70 kilómetros de Biloxi
En Mobile, Alabama -a unos escasos 70 kilómetros de Biloxi, en el condado de Harrison, Mississippi, donde por lo menos 80 personas perdieron la vida, y a unos 200 de Nueva Orleáns, Louisiana-, el ingeniero aeronáutico argentino José Ignacio Attar vivió el drama provocado por el huracán Katrina pegado a un pequeño televisor a pilas.
Ayer, gracias a su teléfono móvil, fue uno de los pocos argentinos que pudo ser ubicado en la región, donde falta la energía eléctrica y se interrumpió el servicio telefónico en las viviendas.
"Hubo inundaciones en la parte más antigua de la ciudad, que está en la Bahía de Mobile, deterioro de rutas y falta energía eléctrica en casi toda Mobile. También muchos daños causados por árboles y cables de alta tensión", señaló Attar, de 58 años, que desde hace 22 vive en Estados Unidos y se dedica a la construcción.
Attar indicó ayer por la tarde que estaba en contacto con amigos suyos en Nueva Orleáns, hasta que Katrina interrumpió todas las comunicaciones telefónicas en la región. "Estoy tratando de recibir noticias de Nueva Orleáns, que son muy pocas. La situación es caótica allí y no hay manera de comunicarse con nadie. El agua llegó al 80% de la ciudad y acaban de declarar la evacuación total", aseguró.
En realidad, Attar es sólo uno de los centenares de argentinos que viven en los estados sureños norteamericanos de Louisiana, Alabama y Mississippi y que resultaron afectados por el paso del huracán Katrina, el más severo que se recuerde en la región, aunque no se registraron víctimas fatales entre ellos.
La vivienda del ingeniero argentino no sufrió daños, y pese a los cortes del teléfono y la electricidad, aún contaba con los servicios de agua corriente y de gas. Para prevenirse, había colocado madera terciada en sus ventanas, de modo de evitar el ingreso de algún objeto contundente arrastrado por ráfagas de hasta 140 kilómetros por hora.
Calor
"Yo no tuve problemas, pero algunos vecinos sufrieron roturas en los techos", sostuvo. "Lo peor duró cuatro o cinco horas. En este momento [ayer por la tarde] tenemos un día hermoso, con mucho calor", agregó Attar. Ayer permanecían otros 10 argentinos incomunicados y sin electricidad en Biloxi y sus alrededores, según informó el consulado argentino en Atlanta, que tiene jurisdicción en Mississippi y Alabama.
En esos dos estados, unos 69 argentinos -que viven en una zona rural donde no se ordenaron evacuaciones masivas como en Nueva Orleáns- permanecían en sus viviendas, la gran mayoría incomunicados y sin electricidad. "De esos 69, pudimos comunicarnos con tres", admitió a LA NACION el cónsul general de Atlanta, Pompeyo Carlos Layús. "Estamos en contacto permanente con las autoridades y con la Cruz Roja. Todavía no hay una lista específica de víctimas; el mayor caso registrado es en un edificio donde fallecieron 30 personas, pero de todas maneras nos informan que no hay registros de víctimas argentinas", aseguró Layús.
Aunque 69 argentinos están registrados en Mississippi y Alabama, el consulado estima que los residentes podrían duplicar ese número. En los días previos al huracán, la representación había contactado a los registrados, a través de e-mails y telefónicamente para ofrecerles números de teléfonos de emergencia y asesoramiento.
En Nueva Orleáns, Louisiana -que ayer permanecía en su mayor parte inundada-, más de 100 residentes argentinos fueron evacuados, según informó ayer el Consulado General argentino en Houston, Texas. El cónsul, Carlos Ernesto Aparicio, indicó ayer a Télam que "los argentinos residentes en Nueva Orleáns, que son centenares, tuvieron que autoevacuarse, pero no han necesitado ayuda". Según las cifras oficiales del censo del año 2000 que maneja el consulado, en el estado de Louisiana hay 300 argentinos registrados, pero la cifra se podría elevar hasta mil con la posterior inmigración.
Aparicio dijo que "en algunos sectores de la ciudad de Nueva Orleáns el agua llega hasta los cuatro metros de altura, ya que el mar y el lago invadieron todo". "Por ahora, no hay argentinos heridos o que aparezcan en algún incidente", agregó.