Los carteles se asientan en América Central

SAN JOSE.- Algunos analistas lo llaman "el efecto pelota". Cuando en alguna zona se persigue reciamente al narcotráfico, éste busca una morada más segura para sus intereses.

Sucedió en Colombia, donde tras ser arrinconado por las fuerzas militares, el foco del narcotráfico se desplazó hacia México. Desde hace cinco años, el gobierno mexicano endureció por la misma causa sus medidas anticriminales. Ahora, la pelota comienza a rodar hacia América Central.

"No hay duda de que el narcotráfico es la amenaza más importante para la región", afirma Mario Zamora, ministro de Seguridad de Costa Rica. "Después del plan Mérida [en México] y el plan Colombia, América Central aloja más operaciones de bandas narcotraficantes."

Aparte de las regiones en guerra, América Central es la zona más violenta del mundo. En 2010, un tercio de los homicidios en el hemisferio ocurrió ahí, según un informe de la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas.

Ese incremento coincidió con la creciente competencia, en los últimos cinco años, de los carteles traficantes de droga. En septiembre pasado, el subsecretario de Estado adjunto norteamericano para la lucha contra el narcotráfico, William Brownfield, advirtió que el 95% de la droga que llega a América del Norte desde América del Sur pasa a través de América Central, lo que impulsa el alto nivel de criminalidad. En Costa Rica, por ejemplo, el 30% de los asesinatos ocurridos en 2010 estuvieron relacionados con el narcotráfico.

La situación más compleja se vive hacia el Norte, en Guatemala, El Salvador y Honduras. En este último país, desde el 1° de noviembre, el gobierno de Porfirio Lobo sacó a los militares de sus cuarteles y los envió a las calles de las principales ciudades para ayudar a la policía.

El panorama para el combate no es alentador. Según un informe hecho por dos senadores norteamericanos a pedido del gobierno, los carteles mexicanos de Los Zetas y el de Sinaloa ya están asentados en América Central, donde encuentran gobiernos débiles y anuentes a la corrupción, dificultades para aplicar las leyes y una geografía óptima para sus operaciones.

Aunque este año hubo acercamientos regionales, aún no se visualiza un acuerdo para combatir el problema mediante una estrategia conjunta.

A esto hay que unir el problema del presupuesto, que es insuficiente a causa, según Zamora, de la escasa cooperación internacional. Según un informe del PNUD, de cada 40 dólares destinados a la lucha contra el narco en América Central, sólo un dólar proviene de la cooperación internacional.

Diego Jiménez F.