Los "chalecos amarillos", cada vez más politizados
A los primeros indignados se les sumaron agitadores de izquierda y de ultraderecha
PARÍS.- "Chalecos amarillos" indignados, aguerridos militantes y delincuentes menores. Los autores de los enfrentamientos y daños registrados anteayer en París presentan perfiles diversos que no permiten una rápida generalización, según se desprende de los testimonios recogidos en el lugar.
Tras las escenas de caos en varios barrios de la capital francesa, el ministro del Interior, Christophe Castaner, denunció una "estrategia organizada por profesionales del desorden, profesionales de los destrozos".
"No son chalecos amarillos, los utilizan para camuflarse. Son únicamente agitadores que vinieron a confrontar con las fuerzas de seguridad", declaró el secretario de Estado del ministro, Laurent Nuñez.
En los barrios acomodados de la capital francesa, en los que se vivió un ambiente insurreccional, no resultó tan evidente.
Además de los habituales agitadores urbanos, de las manifestaciones participaron miembros de los "chalecos amarillos", un movimiento transversal de indignados que se organizó en las redes sociales y el 17 de noviembre comenzó a protestar contra el aumento de los impuestos sobre el combustible, aunque el malestar que expresa es mucho más profundo. Varios miembros de los "chalecos amarillos" enfrentaron a las fuerzas de seguridad y levantaron barricadas para impedir su avance.
Muchos de los manifestantes rondan los treinta años, proceden de todo el territorio francés y van equipados con antiparras para esquiar y máscaras. No están muy politizados, pero sí dispuestos a cometer actos violentos para protestar contra la política del gobierno francés.
"Esta respuesta es legítima: es la respuesta al silencio de Macron", se justificaba Chantal, de 45 años, que vino de Lorena, en el este de Francia, con su marido y sus dos hijos. "Todos los meses terminamos con 500 euros en rojo en nuestra cuenta bancaria. Hace tres años que no podemos tomarnos vacaciones", añadió. En cambio, otros miembros de los "chalecos amarillos" entrevistados condenaron los disturbios porque perjudican su causa.
Según fuentes policiales, a su lado también había militantes mucho más experimentados, procedentes de la izquierda radical, que buscaban el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Se notaba que la mayoría tenía experiencia en confrontaciones con la policía y en los métodos para incendiar barricadas y vehículos. Cuando la policía lanzaba gases lacrimógenos, les daban consignas a los manifestantes de que no "empezaran a correr".
También podían verse grupúsculos ultraderechistas, como Acción Francesa o Bastión Social, y se mostraron activos grupos de delincuentes, que saquearon una tienda en los Campos Elíseos.
El procesamiento judicial de las 380 personas detenidas servirá para conocer con mayor detalle el perfil de los manifestantes implicados en los incidentes violentos del sábado.
Alexandra del Peral y Thiphaine Le Liboux