Nuevos bombardeos sobre Irak. Los embajadores argentinos perciben calma en la región
Mientras las bombas y misiles norteamericanos y británicos continuaban ayer cayendo sobre territorio iraquí, la situación en los vecinos países del Golfo era de tensa tranquilidad, según los embajadores argentinos destacados en el área.
El embajador argentino en Arabia Saudita, Luis Domingo Mendiola, expresó a La Nación en diálogo telefónico desde Riad, que la normalidad impera en la capital del reino, ubicada a 2000 kilómetros de la frontera iraquí.
"Esta tarde recorrí la ciudad y noté absoluta normalidad, con el tráfico y el movimiento típicos de los jueves a la noche, que equivale en los países árabes a nuestro sábado a la noche", señaló Mendiola.
El diplomático agregó que aunque la población sigue el desarrollo de la crisis con atención "no se siente en Riad, que es una ciudad con alto estándar de vida, en forma notable una influencia directa del conflicto".
El embajador recordó que "hace dos semanas los países del Golfo condenaron a Irak por su falta de cooperación con la Unscom e hicieron responsable a Bagdad por las medidas que pudiera tomar la ONU".
"Arabia Saudita, donde durante la Guerra del Golfo cayeron más de 50 misiles iraquíes, es un aliado de los Estados Unidos y la población, con tal vez la excepción de una minoría chiita recalcitrante, no le tiene ninguna simpatía a Saddam", agregó.
Además de los portaaviones estacionados en aguas del Golfo y de la base aérea en la isla Diego García, en medio del océano Indico, "los Estados Unidos están utilizando las bases militares con que cuenta en Arabia Saudita y en otros países del Golfo Pérsico".
En el reino árabe viven cerca de 100 argentinos, principalmente vinculados con empresas como Techint, que tienen inversiones en la zona. Hasta ahora, "ninguno ha expresado deseos de salir del país, aunque saben que pueden llegar a la embajada en cualquier momento".
Mendiola indicó que en la región se tiene la percepción "de que la capacidad de Saddam Hussein para responder el ataque y ampliar el conflicto es diferente a la de 1991".
Sobre el riesgo que conllevaría visitar en estos momentos la zona, señaló que "no hay que ser alarmistas ni imprudentes", y sobre una eventual prolongación del conflicto recordó que "las guerras se sabe cuándo empiezan, pero no cuándo terminan".
Pese a la calma aparente, "en los últimos días se percibieron en Arabia Saudita movimientos intensos de tropas, que fueron puestas en estado de alerta" ante la proximidad de las hostilidades.
Israel recuerda y espera
Desde Israel, en tanto, el embajador argentino, Vicente Espeche Gil, aseguró que en el Estado judío reina la calma, pese al recuerdo de los ataques iraquíes con misiles Scud en 1991, durante la Guerra del Golfo.
Por ahora, afirmó el diplomático, "no se cree que existan altas probabilidades de un ataque aéreo" sobre ciudades israelíes, coincidiendo con las opiniones formuladas por funcionarios y militares de Israel.
"Hay clima de tranquilidad", dijo el diplomático, quien subrayó que Israel "no forma parte de las hostilidades" desatadas anteayer con el ataque conjunto de los Estados Unidos y Gran Bretaña, aunque ya ha preparado planes de defensa.
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