Los musulmanes en la Argentina, entre la tristeza y el fastidio
No se sienten discriminados. Tampoco, señalados o perseguidos. Sí sienten dolor por la falta de comprensión y la generalización, sobre todo cuando escuchan: "Los atentados fueron perpetrados por terroristas islámicos".
"Dolor" es la palabra que más repiten las personas de fe islámica. "Dolor", porque se asocia su religión con el terrorismo y no con la paz y el amor, los valores en los que ellos creen.
Según el sitio www.webislam.com, es muy difícil establecer la cantidad de musulmanes que vive en la Argentina, pero se calcula que suman unos 700.000. "No hay una cifra oficial sobre la cantidad de musulmanes que viven en la Argentina", dijo el secretario de Cultura del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), Omar Ahmed Abboud, a LA NACION.
Ese dolor por no ser entendidos es el que siente la familia Greve. Jorge Greve, de 49 años, y su mujer Magaly, de 42, se convirtieron al islam hace cuatro años, atraídos por los valores morales que sus hijos menores aprendían en el Colegio Argentino-Arabe. Jorge y Magaly tienen cuatro hijos: Solange, de 20 años; Juan (15); Fernando (14), y Erika (11). La única de la familia que no practica ninguna religión es la hija mayor.
"No nos sentimos discriminados por la sociedad. Eso sí: no somos entendidos. La gente está mal informada por los medios y piensa que los islámicos son terroristas", sostiene Magaly.
Su esposo explica: "Abrazar la fe islámica fue una buena elección. Nosotros creemos en la paz y en el amor. No creemos en el suicidio. La persona que se suicida no es islámica".
Juan escucha con atención lo que dicen sus padres y agrega: "Yo no siento que haya discriminación. Sólo un par de cargadas, pero nada fuera de lo común". Solange, la hija mayor de los Greve, no se convirtió al islam, pero cuando escucha ciertas afirmaciones se siente mal. Un día, en una clase de la carrera de turismo, una profesora habló de Osama ben Laden y echó todas las culpas del terrorismo a los musulmanes. Solange no se animó, pero le hubiera gustado explicar que los islámicos no son terroristas.
"Me hubiera gustado llamar a esa profesora y explicarle que su afirmación era errónea. No se puede educar mal", sostiene Magaly.
Firas Alsayed tiene 28 años. Trabaja en un comercio de artículos gastronómicos en el barrio porteño de San Cristóbal. Al igual que los Greve, cuando escucha la repetida frase de "terrorismo islámico", se siente dolido. "El islam no tiene nada que ver con el terrorismo. Sólo nos enseña a vivir en paz y tiene un sentido de la familia muy importante. No sé por qué se generaliza. Gracias a Dios, en la Argentina no hay discriminación", dice el joven.
Mohammed el-Kadri tiene 84 años. Nació en el Líbano y trabaja en la mezquita Al-Ahmad, en el barrio de San Cristóbal. "Desde los atentados del 11 de septiembre, en muchas partes del mundo los musulmanes son perseguidos y humillados. Pero en la Argentina, no. Vivimos bien, contentos y protegidos", dice.
Mohammed busca explicar que "en el islam está prohibido matar". "La vida depende de Dios. Decir que el terrorismo es islámico es una mala interpretación. Cuando escuchamos esas definiciones, sentimos dolor. Nosotros queremos vivir en libertad."
Amed Cahaud, de 71 años, es argentino, de origen sirio. Tiene un negocio de flores en el barrio porteño de San Cristóbal. "Me da pena escuchar muchas afirmaciones. Los islámicos no son terroristas. Nunca me sentí discriminado por mi origen", dice Amed.
Respecto del terrorismo, Abboud tiene su opinión y la fundamenta. "Se es terrorista o se es musulmán", dice el secretario de Cultura del CIRA.
Para Abboud, uno de los principales motivos que provoca que la sociedad asocie el terrorismo con el islam es la mala utilización del lenguaje.
"No sufrimos discriminación. No tenemos inconvenientes. Sí sentimos una gran tristeza por la rápida generalización que se hace con el lenguaje. Muchas veces, desde los medios de comunicación, se contribuye a formar un estereotipo erróneo. Hay que cuidar el lenguaje."
El secretario de Cultura del CIRA agrega: "La gente que comete este tipo de hechos no está relacionada con nosotros". Tristeza, dolor y fastidio, sentimientos comunes en los musulmanes cuando se repite "terrorismo islámico".
Sin un censo preciso
- Nadie sabe fehacientemente cuántos musulmanes hay en la Argentina. "No tenemos cifras exactas. Nos debemos un censo preciso", dijo a LA NACION el sheik Mohsen Ali, director de la Casa de Difusión del Islam en la Argentina. Ali divide a los adherentes de esta religión en tres grupos: los que heredaron la fe por ascendencia familiar (unas 700.000 personas), los que se reconocen como musulmanes pero no rezan con el Corán (unos 350.000) y los que mantienen viva la experiencia islámica compartiendo la vida con otros de su misma fe (unos 50.000).
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