Los nacionalistas, envalentonados con la debacle europea
ESTOCOLMO.- El acuerdo alcanzado la semana pasada por la Unión Europea para resolver la crisis de la deuda redobla la apuesta por la integración de la UE, algo que podría proporcionar nuevos argumentos a los movimientos nacionalistas cuya creciente popularidad se debe en parte a una reacción contra la idea de una Europa unificada.
Para respaldar las inversiones en euros, los líderes de la eurozona abogaron por una profundización de las políticas de integración económica, lo que supone transferir parte del poder de los gobiernos nacionales al nivel de las instancias europeas. Pero los euroescépticos han hecho avances al argumentar que las elites de Europa están convirtiendo el bloque en un "supraestado federal", en contra de los deseos de los ciudadanos.
Lo ocurrido en la última cumbre de Bruselas amenaza con dar impulso a estos argumentos. "Es un gran paso, sólo que en la dirección equivocada", dijo el líder del Partido por la Libertad de Holanda, Geert Wilders.
El plan de rescate de la eurozona presenta un dilema para los líderes europeos a la hora de resistir estos ataques. Si el acuerdo falla, existe el riesgo de que el euro haga implosión, lo que significaría un revés fenomenal para el proyecto de forjar una integración aún más estrecha.
Pero el éxito implica profundizar las políticas de integración económica del núcleo duro de la eurozona, lo que supone transferir poder de los gobiernos nacionales a las instancias de decisión del bloque.
Eso daría aún mayores argumentos a los grupos nacionalistas. "Si algo tiene de positivo todo esto, es que sienta las bases de un nuevo debate sobre la UE, un debate que estuvo ausente en los últimos diez años", dijo Jimmie Akesson, líder de los demócratas noruegos, un partido de ultraderecha que se opone a la UE.
El debate ya ha pasado a ocupar el centro de la escena también en Gran Bretaña, que nunca fue el miembro más entusiasta de la UE. Allí, los legisladores plantearon la semana pasada una moción fallida para que se convoque a un referéndum sobre la posibilidad de abandonar el bloque regional de 27 países miembros.
Decenas de parlamentarios conservadores se rebelaron contra la orden del primer ministro, David Cameron, y votaron a favor de la moción, que fue rechazada por 483 votos contra 111. Nigel Farage, líder del euroescéptico Partido de la Independencia del Reino Unido, afirmó que algunos conservadores estaban considerando sumarse a su partido, que no tiene bancas en la Cámara de los Comunes y que sólo obtuvo el 3% de los votos en las elecciones de 2010.
Una encuesta publicada el lunes pasado por el diario The Guardian reveló que el 70% de los consultados quería un referéndum sobre la membresía de Gran Bretaña en la UE: el 49% dijo que votaría por abandonar el bloque, el 40% dijo que votaría por permanecer en él, y el resto se mostró indeciso.
Simon Tilford, economista en jefe del Centro para la Reforma Europea, de Londres, dijo que el crecimiento de los euroescépticos en Inglaterra podría ser relevante para otros países: "La crisis podría volcar a los pueblos de otros países en contra de la UE. Pero una mayor integración también podría resultar muy impopular".
Polonia y la República Checa acaban de posponer sus planes de integrarse a la eurozona. Los votantes de Dinamarca y Suecia ya han rechazado el euro en una oportunidad y la crisis ha terminado con cualquier chance de que sus gobiernos, favorables a unirse a la eurozona, puedan proponer nuevamente el tema en lo inmediato.
Tilford dijo que es posible que también crezca el escepticismo en el sur de Europa si Grecia, España, Portugal e Italia quedan empantanados en un ciclo de estancamiento, aumento de la deuda y alto desempleo.
Hasta los alemanes han dado muestras equívocas respecto de su tradicional compromiso con la UE, por el resentimiento que generó el haber tenido que rescatar a Grecia. Aunque en Alemania no existe un partido euroescéptico que logre amalgamar ese sentimiento, una reciente encuesta mostró que muchos alemanes votarían a favor de un partido de esas características.
Relato positivo
Para evitar alimentar esos sentimientos, los líderes europeos deben brindar "un relato positivo del proyecto de integración, algo que durante el desarrollo de la crisis ha brillado por su ausencia", dijo Robert Harmsen, profesor de ciencia política de la Universidad de Luxemburgo.
El austríaco Heinz-Christian Strache, cuyo Partido por la Liberación alcanzó el segundo puesto en popularidad gracias a su postura antieuropea, presentó una queja en la Corte Europea de Derechos Humanos en contra de la participación de Austria en el rescate de Grecia.
Entre los 17 miembros de la eurozona, el mayor índice de escepticismo se registra en Finlandia y Holanda, donde casi el 70% de la gente se opone a los rescates financieros. En Finlandia, el partido populista Verdaderos Finlandeses -que cambió su nombre por el de Los Finlandeses- obtuvo una victoria resonante en las elecciones de abril con una plataforma antieuropea que llevo al país a cuestionarse su participación en los rescates de la eurozona.
Traducción de Jaime Arrambide
Karl Ritter
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