Masiva protesta en Bagdad
BAGDAD.- En la mayor demostración de protesta efectuada en Bagdad desde el fin de la guerra, millares de musulmanes chiítas exigieron hoy el fin de la ocupación estadounidense y expresaron su rechazo a lo que temen sea un gobierno títere instalado por las fuerzas invasoras.
Unos 10.000 manifestantes se congregaron frente a una mezquita sunita en Azimiya, al norte de Bagdad, y luego marcharon hacia la vecina urbanización de Kadhamiya, donde se halla uno de los santuarios chiítas más sagrados de Irak. Algunos portaban retratos del líder iraní ayatolá Rujola Jomeini y otros venerados clérigos chiítas.
Pequeños grupos de soldados estadounidenses, incluidos francotiradores en techos cercanos, vigilaron la demostración, pero no intervinieron. Decenas de organizadores chiítas armados con fusiles de asalto AK-47 patrullaban el área. Tampoco ellos fueron atacados por los estadounidenses.
"Lo que estamos pidiendo es un gobierno interino que represente a todos los segmentos de la sociedad iraquí", dijo Ali Salman, un activista.
"Decidimos congregarnos a las puertas de una mezquita sunita para mostrar la unidad entre chiítas y sunitas", dijo Rashid Hamdan, uno de los organizadores de la marcha.
Los chiítas constituyen la mayoría de los 24 millones de habitantes de Irak, pero bajo el régimen de Saddam Hussein fueron excluidos del poder político, que ha sido tradicionalmente detentado por la minoría sunita.
Hamdan dijo que la procesión fue organizada por grupos religiosos del suburbio de al-Thawra en Bagdad -conocido previamente como ciudad Saddam- donde viven unos dos millones de chiítas.
Desde el derrocamiento del dictador el mes último, hubo varias demostraciones exigiendo la retirada de las fuerzas de ocupación. Pero la marcha de hoy fue la más grande en cuanto a la cifra de participantes.
Durante décadas, los chiítas tuvieron prohibido celebrar sus ritos en público y muchos de sus más prominentes clérigos y activistas fueron asesinados, encarcelados u obligados a ir al exilio durante los 23 años de Saddam en el gobierno.
Muchos de los manifestantes llevaban retratos del imán Mohammed Sadiq al-Sadr, un importante clérigo chiíta asesinado en la ciudad santa de Nayaf en 1999. Muchos culpan de su muerte a los agentes de Saddam.
La multitud cantó, "Ni chiítas ni sunitas, sólo unidad islámica", y transportaba carteles donde se leía, "No a un gobierno extranjero", y "queremos iraquíes honestos, no sus ladrones".
Esa parecía una referencia a Ahmad Chalabi, líder del Congreso Nacional Iraquí y uno de los políticos más destacados en la actual ronda de discusiones patrocinadas por Estados Unidos para formar un nuevo gobierno. Chalabi fue condenado en 1992 por un tribunal jordano por fraude, y algunos iraquíes lo han criticado con dureza. Chalabi ha dicho que es inocente.
La ruidosa pero pacífica protesta pareció bien organizada. En algunos momentos de intenso calor los organizadores rociaron agua sobre los participantes y formaron cadenas humanas alrededor de la multitud para asegurar que los que marchaban se mantuvieran en línea y no hubiera violencia.
Al finalizar la marcha, unos 5000 participantes se reunieron cerca del santuario de Musa al-Kazim, un santo del siglo IX muy reverenciado.
Algunas pancartas pedían que al-Hawza al-Ilmiyah, la máxima autoridad religiosa chiíta con sede en Nayaf, forme un gobierno interino.
Fuente: AP
Más leídas de El Mundo
Sunak y Scholz se reunieron en Berlín. Reino Unido y Alemania estrechan sus lazos en materia de defensa y apoyan unidos a Ucrania
“Su fuerza está con nosotros”. Maduro recordó a Maradona con un reloj que le regaló el crack y volvió a fustigar a Milei
High Line. La experiencia de estar suspendido en medio del verde en pleno Manhattan