Melania Trump reapareció en público tras 24 días de teorías conspirativas

WASHINGTON.- La primera dama de Estados Unidos , Melania Trump , asistió ayer a una recepción para familiares de soldados caídos en combate, en su primera aparición pública en más de tres semanas que desataron una ola de especulaciones tras una sorpresiva operación por un problema en el riñón.

Su aparición no estuvo abierta a la prensa y, según lo publicado por el diario The New York Times, tuvo más que ver con calmar las especulaciones sobre por qué no se habían visto en público que con cumplir con las obligaciones que implica su rol.

"Lo que la señora Trump ha hecho no tiene precedentes. No sé cómo podemos llamar a este período en el que no ha estado a la vista. ¿Relevo del papel de primera dama? ¿Vacaciones de la primera dama? ¿Periodo de recuperación médica?", dijo Katherine Jellison, profesora de la Universidad de Ohio que estudia a primeras damas.

Anoche, una periodista captó un video de Melania en la recepción de la Casa Blanca : vestida de negro, acompañó a Trump en la recepción pero no habló. Más tarde, desde su oficina emitieron un comunicado: "A todos aquellos que han perdido a seres queridos al servicio de nuestro país, nuestra nación se aflige con ustedes. Es un recordatorio solemne de que nosotros, el pueblo estadounidense, podemos vivir tan libremente como lo hacemos debido a los sacrificios desinteresados de nuestros hombres y mujeres uniformados".

Por su parte, el presidente no desperdició la oportunidad para referirse a las noticias de los medios que él acusa de publicar información falsa: bromeó sobre las teorías que proliferaron respecto de la ausencia de su esposa e incluso se refirió a la versión que aseguraba estaban en crisis y se iban a divorciar.

"Melania tuvo un pequeño problema hace un par de semanas, pero no se perdería este evento por nada", dijo Trump frente a los familiares de los caídos.

Las versiones

El lunes por la noche, Stephanie Grisham, la vocera de Melania, dijo que la primera dama no acompañará a su marido en sus próximos viajes al exterior este mes, es decir que no viajará con el presidente a Quebec para la cumbre del G7 esta semana y que no hay planes tampoco para que lo acompañe a la cumbre con el líder norcoreano Kim Jong-un en Singapur el 12 de junio.

Todo ello, unido a la operación a la que sometió y de la que poco trascendió y a una Casa Blanca que guardó silencio, alimentó todo tipo de teorías conspirativas. Nadie sabe del todo qué ocurrió, lo que desató las especulaciones sobre lo que de verdad le pasó a la esposa del presidente Donald Trump .

Si se consideran los tuits señales de vida, el último se publicó el miércoles 30 de mayo. "Veo que los medios están haciendo horas extra para especular sobre dónde estoy y qué hago", escribió la primera dama. "Quédense tranquilos, que estoy aquí en la Casa Blanca", agregó Melania Trump, quien también aseguró que se encuentra bien de salud y que trabaja duro por el bien de los niños y del pueblo estadounidense.

Si la intención era atajar las especulaciones, el tuit no funcionó del todo.

El tema de la salud pertenece a la esfera privada, aunque se trate de la primera dama, pero eso no impidió que creciera el interés de la opinión pública, que en las redes sociales no dejó de especular sobre el tipo de intervención y su desarrollo. Se habló de que "salió totalmente mal" y también se dijo que en realidad fue una operación de cirugía estética.

Se dio rienda suelta a la fantasía y surgieron todo tipo de teorías: se dijo que Melania se había hartado de su insensible marido, que se había mudado, que había regresado a la Torre Trump, que vivía con los Obama, que igual llevaba ya tiempo muerta, que sólo era un alien que habitaba en un cuerpo humano y que una nave espacial la había recogido.

También se comentó que en realidad coopera con el fiscal especial de FBI Robert Mueller para hacer pagar a Donald por todas sus escapadas. En fin, una multitud de suposiciones que van desde las más divertidas a las maliciosas pasando por las que están fuera de lugar. Pero a pesar de la energía invertida en todas estas fantasías, no hay pruebas para ninguna de ellas.

El hecho de que Melania no viajara este fin de semana junto a su marido a Camp David no consiguió mejorar la situación. En esas circunstancias no se habría dejado escapar la ocasión de hacer una foto. También resultó extraño que la primera dama no se dejase ver en el Día del Deporte en la Casa Blanca. Se trata de una jornada que debería figurar en su agenda y tal vez Donald Trump no sea el mejor representante de una alimentación saludable y una actitud deportiva sana.

La "first lady" se sometió el pasado 14 de mayo a una intervención quirúrgica en un hospital militar. Cinco días más tarde se informaba de su regreso a la Casa Blanca. Y no ha vuelto a comparecer en público, como tampoco lo hizo poco antes de la operación.

Que una primera dama estadounidense permanezca tanto tiempo sin dejarse ver es ya de por sí poco usual. La explicación más sencilla de su ausencia sería que la primera dama se recupera de la operación, una intervención que tal vez haya sido más complicada de lo que ha trascendido.

La operación

El comunicado del Ala Este de la Casa Blanca, donde trabaja la primera dama, indicó que la intervención médica fue muy concreta y breve. Se le practicó una embolización renal con la que se interrumpe el flujo arterial. Este proceso se suele emplear para el tratamiento de tumores. En el comunicado oficial se emplea la palabra "benigno", pero no se dan más detalles.

Melania es la tercera esposa de Donald Trump. La pareja tiene un hijo, Barron, de 12 años. Según algunos medios, el matrimonio no pasa por sus mejores momentos debido a diversos motivos. Que el presidente impidiese recientemente que su mujer se cayera cuando caminaba con unos tacones altos hizo que algunos señalaran que un gesto tan tierno se debía a que tal vez la situación entre ambos estaba en orden.

Agencia DPA