Motín a bordo en un crucero de lujo en Europa: "La gente explotó"
Buena parte de los más de 2000 pasajeros del crucero de lujo Norwegian Spirit, de la compañía NCL perdieron la paciencia en plena travesía al sentirse estafados cuando la nave suspendió la parada programada en el puerto de Escocia. Entonces, comenzaron a protestar mostrando carteles y pidiendo a la compañía que les reembolse el precio de su pasaje, provocando enscenas de fuerte tensión entre los viajantes y la tripulación.
Las decepciones de los viajeros comenzaron pronto en aquella travesía del Norwegian Spirit que partió del puerto británico de Southampton el 27 de septiembre. Sucedió que las escalas que el recorrido tenía programadas se fueron suspendiendo una a una y los pasajeros debieron permanecer en alta mar mucho más tiempo del que esperaban.
El momento previo a la explosión de los embarcados fue cuando avisaron por los altoparlantes que el atraco en el puerto de Islandia no iba a poder realizarse por las condiciones climáticas. Previamente habían suspendido las escalas de Amsterdam, en Holanda y Harve, en Francia.
Pero ese mal trago había pasado, aunque los pasajeros estaban nerviosos, cuando todos estaban preparados, el lunes pasado para hacer su visita al puerto escocés de Greenock. Visita que también fue suspendida por el sistema de megáfonos de la nave, alegando que el clima impediría el atraco del crucero.
Ahí fue cuando la paciencia de los turistas llegó a su límite y explotó por los aires.
"Fue entonces cuando estallaron los disturbios en el barco", dijo a The washington PostCody McNutt, de 31 años, oriundo de Denver, EEUU, que estaba a bordo con su novia y familiares.
"Hubo un alboroto instantáneo -dijo su novia, Katasha Jones-. La tensión que condujo al anuncio fue palpable y luego explotó, y la gente simplemente se fue al límite".
La protesta que duró horas
A continuación se vivió un clima de protesta prolongada cuando los pasajeros exigían a los gritos, y hasta con carteles alusivos, el reembolso de su dinero. Les gritaban "mentirosos" a los miembros de la tripulación y pedían volver a Londres para descender del barco. Según los testigos citados, el inusitado motín duró horas, aunque aclararon que nadie fue violento.
La tripulación en respuesta al agitado momento sugerían a los pasajeros que llamaran a la compañía, cuya sede está en Miami y que hablaran con el servicio de atención al huésped.
"Un reembolso es bueno, y eso sería genial, pero realmente quiero que el CEO o alguien se disculpe por lo que le está haciendo a la gente", dijo McNutt.
En un comunicado oficial, la compañía de cruceros dijo que el itinerario del barco se vio interrumpido debido a "condiciones climáticas severas" y que el barco solo podía visitar ocho puertos en lugar de los nueve programados. Pero Norwegian no aclaró cuántos de esos puertos eran sustituciones.
"Entendemos que desalienta no poder llevar a nuestros huéspedes a los puertos que pensábamos visitar -agregó el comunicado-. Sin embargo, pedimos paciencia, cooperación y comprensión a nuestros huéspedes, ya que las condiciones climáticas son un acto de Dios y no pueden ser controladas, influenciadas o remediadas por una línea de Cruceros".
En una carta la compañía ofrecía a los pasajeros descuentos del 25 por ciento en futuros viajes, pero la gente volvió a estallar, asegurando que "ninguno de nosotros quiere subir a sus barcos nunca más".
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