Murió un migrante de dos años que había quedado bajo custodia de EE.UU.

HOUSTON (AP).- Un niño guatemalteco de dos años y medio se convirtió hace horas en el cuarto chico que muere desde diciembre en la frontera sur de Estados Unidos, mientras intentaba ingresar al país junto a su madre para pedir asilo. La noticia fue confirmada por el gobierno de Guatemala.

El menor, que fue detenido por la Patrulla Fronteriza en El Paso, Texas, a principios de abril, había sido internado en un hospital infantil por un cuadro de fiebre alta y luego diagnosticado con neumonía. Estuvo internado aproximadamente un mes. Murió el martes.

De acuerdo con lo publicado por el diario The Washington Post, estuvo detenido bajo custodia federal por tres días hasta que sus síntomas alertaron a los agentes, que llamaron una ambulancia para que lo trasladase a un hospital.

Luego, el 8 de abril, los funcionarios federales liberaron formalmente a la familia de la custodia de Protección Fronteriza con un "aviso de comparecencia" en el tribunal de inmigración.

Sin embargo, los opositores al gobierno de Donald Trump, quien tiene una dura retorica contra la inmigración y quien busca obtener fondos del Congreso para levantar un muro en la frontera con México, criticaron el accionar de los oficiales en tanto entienden que no están capacitados para semejante labor.

Ante este panorama, y luego de que dos niños guatemaltecos murieran en diciembre, los oficiales de Seguridad Nacional ampliaron el cuidado de niños en la frontera: piden exámenes de salud de todos los niños bajo custodia y desplegaron decenas de médicos y equipos para evaluar rápidamente a los inmigrantes recién llegados.

Desde hace tiempo en Guatemala, una nación centroamericana que sufre una grave sequía y altos índices de pobreza y criminalidad, grupos de contrabandistas ofrecen viajes con descuento a las familias que quieran llegar a los Estados Unidos.

Y también desde hace meses la frontera estadounidense registra una gran cantidad de pedidos de asilo a causa de las caravanas de cientos de personas que buscan llegar al país para escapar de las malas condiciones en sus naciones y encontrar una vida nueva. En abril, se produjeron cien mil cruces, el total mensual más alto en una década.

La Casa Blanca solicitó al Congreso 4.5 mil millones de dólares en ayuda y una mayor aplicación de la ley al advertir que la afluencia está arriesgando vidas, mientras que los defensores de los inmigrantes expresan su preocupación por las condiciones de salud y seguridad en las instalaciones federales.