Nicolás Maduro: el líder del ocaso del chavismo
1. Nicolás Maduro enfrenta una tormenta desconocida para cualquier otro mandatario. La crisis económica y social golpea a Venezuela de tal forma que sus ciudadanos la padecen todos los días, por mucho que se empeñe la propaganda gubernamental: escasez de alimentos, desabastecimiento de medicinas, precios imposibles, sanidad deteriorada, violencia urbana desmedida, servicio públicos paralizados, precariedad laboral, éxodo masivo a otros países y falta de productos básicos en un país que parece resquebrajarse a golpe de lamento. Es un proceso fallido que ha llevado a ocho de cada diez venezolanos a desear un cambio inmediato de gobierno y ahora suma una ola inédita de protestas, que ayer volvió a llevar a la calle a cientos de miles de personas. Por lo tanto, el frente es triple: político, social y económico.
2. "Maduro llega a la actual situación por una combinación de su rigidez política y doctrinaria y porque la oposición no le dio ninguna oportunidad desde 2013", resumió el politólogo Ricardo Sucre. A ello se suman los propios errores del chavismo, que en marzo mantenía la situación política bajo control pese a la enorme crisis económica y social. Pero el fallido tiro de gracia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra el Parlamento reunificó a las filas opositoras y las lanzó a la calle. Una de las tesis de Sucre, que profundizó en los laberintos ideológicos del presidente, es su "concepción agotada de la economía, la que tiene la Liga Socialista en la que él se formó, que ha hecho que Maduro realice el peor ajuste posible: sin decirlo y sin orden, como la suba de precios. Maduro no es capaz de romper con esto y cree que lo van a tumbar si lo hace". El presidente estaría así viviendo en su propio encierro, rígido, "y con una oposición que lo quiere sacar, lo que potenció, en un momento de aguda crisis económica, un conflicto político y por eso se llegó a está situación".
3. El principal efecto búmeran de la convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente es que aireó los verdaderos apoyos que conserva en la actualidad el líder bolivariano y su núcleo fuerte en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que siempre manejó su mujer, Cilia Flores. "Existe una coalición que sostiene el poder: Fuerzas Armadas Bolivarianas, el TSJ, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y algunos actores relevantes como Tareck El Aissami y Diosdado Cabello. A ellos los une el querer mantener su estatus, no necesariamente el apoyo a Maduro. "Saben que, de caer, podrían enfrentar cargos judiciales", señaló el analista Gustavo Rojas Matute.
4. La revolución cerró cualquier vía a la destitución de Maduro, luego de suspender en octubre el proceso revocatorio y tras la convocatoria a la Constituyente, con la que pretenden manejar los tiempos políticos. El tiempo también se encargó de desmentir a las voces que desde el 2013 insinúan que el "Caracazo" (levantamiento popular en 1989 que provocó cientos de muertos) es inminente. Pero la historia dice que jugar con fuego siempre es peligroso. De momento el gobierno, los militares y el PSUV sostienen su mandato, pero esto no es garantía de que no haya en el futuro un punto de quiebre.
5. "La salida de Maduro iniciaría un proceso de reconstrucción nacional, que será muy complejo visto el estado de las arcas. Requeriría mucha capacidad de acuerdo entre la oposición y otros sectores", apuesta el analista Mariano de Alba, que está convencido de que la comunidad internacional jugaría un papel relevante en esa transición.
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