"Nosotros vamos a defender siempre los cultivos de coca"
El controvertido candidato cocalero se opone a la erradicación Su polémica postura en contra de los planes del gobierno le ha ganado la enemistad de Estados Unidos Pero eso sólo sirvió para tornarlo aún más popular
LA PAZ (De una enviada especial).- Hasta el propio Evo Morales no puede creer que de ser dirigente de la confederación de paisanos bolivianos y líder sindical de unas 30.000 familias ligadas a la producción de hoja de coca se haya transformado en una de las sorpresas de la campaña para las elecciones bolivianas. Eso, según dijo en un diálogo telefónico con LA NACION, nunca estuvo en sus planes.
El líder y candidato a presidente del Movimiento al Socialismo (MAS) hoy no sólo es requerido por los partidos mayoritarios por sus casi 20 diputados que lo representarían en el Congreso que elegirá al presidente, sino que también es el blanco obligado de las críticas de Manuel Rocha, el embajador de Estados Unidos.
La pelea pública entre el diplomático y el sindicalista es tal que en el Altiplano, cuna de los indígenas bolivianos, ya circulan afiches que proponen "Evo o Rocha", al mejor estilo "Braden o Perón". Rocha, que estuvo al frente de la embajada norteamericana en la Argentina, advirtió el jueves a los bolivianos que si Morales se transformaba en presidente, Bolivia perderá todo el apoyo logístico y económico de Estados Unidos.
-¿Por qué la disputa con Rocha? , preguntó a Morales LA NACION.
-Rocha es mi mejor jefe de campaña. Es un gran aliento que hable así de mí. Significa que tienen miedo porque éste (el MAS) es un partido antiimperialista que no para de crecer.
Sea por un enfrentamiento personal con el líder cocalero o por mandato de su gobierno, Rocha fue más allá con la advertencia y aseguró que a una Bolivia con Morales como presidente se le cerraría de raíz el mercado norteamericano. Eso sería catastrófico para Bolivia como también lo sería el fin de los 100 millones de dólares de ayuda anual norteamericana que recibe. Pero, para Morales, esa contribución no alcanza para compensar los 500 millones de dólares -provenientes en su mayoría del narcotráfico- que las plantaciones de coca generaban a miles de familias hasta que con el apoyo de Estados Unidos, Bolivia comenzó, en 1998, su programa de erradicación en el Chapare, la principal región productora.
"Nosotros vamos a defender la hoja de coca siempre -afirmó a esta enviada-. Estamos planteando cerrar el cuartel de Chimoré (la base desde donde se concentran los recursos para la erradicación) que es su aparato de represión. Y a la producción de hoja de coca hay que industrializarla y legalizarla." Morales defiende la producción de coca no para fabricar cocaína, sino para elaborar "uno de los mejores alimentos" y como compuesto farmacológico, y cita estudios de la Universidad de Harvard, Portugal y hasta de la FIFA que, dice, lo comprobarían.
Lo cierto es que su combate a la erradicación, los violentos cortes de rutas que encabezó en los últimos años y su ferviente enemistad con Estados Unidos le valió no sólo el apoyo de las miles de familias que vivían de la coca, sino el más silencioso de las clases bajas de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, y de los movimientos indígenas. A ése se le agrega la simpatía de grupos globalifóbicos europeos y, según la prensa local, supuestas relaciones con las FARC y el Movimiento Bolivariano de Hugo Chávez.
A principio de año, fue expulsado de su bancada de diputado por haber instigado a la violencia durante un enfrentamiento entre cocaleros y efectivos de seguridad, que dejaron varios muertos. A partir de mañana, si logra entre el 10 y 14% de los votos que le adjudican las encuestas, los mismos partidos que lo echaron podrían buscarlo.
-¿Si usted no gana las elecciones, y ningún candidato logra la mayoría absoluta, a quién van a apoyar sus diputados cuando el Congreso deba elegir nuevo mandatario?
-Es imposible que vayamos a hacer una alianza con los partidos del poder económico. Nuestros votos no van a ir a las manos de nadie. Somos el partido que representa al pueblo boliviano.