Obama extrema sus esfuerzos para evitar el abismo fiscal
Acortó sus vacaciones para retomar el diálogo con los republicanos y llegar a un acuerdo antes de enero
WASHINGTON.– Decidido a evitar el temido "abismo fiscal" , que podría llevar a Estados Unidos directo a una nueva recesión, Barack Obama interrumpió sus vacaciones navideñas y regresará hoy a Washington para realizar un último esfuerzo que permita alcanzar un acuerdo con los republicanos en el Congreso para detener las alzas de impuestos y recortes del gasto público que se harían efectivas a partir del 1° de enero.
Los ojos de todo el mundo están puestos en Washington, cuando faltan sólo cinco días para que caduque la fecha límite para llegar a un acuerdo entre demócratas y republicanos que evite el "abismo fiscal", o al menos lo retrase, y hasta ahora Obama y los legisladores fueron incapaces de alcanzarlo.
Obama regresó anoche de Hawai, lugar al que había viajado el viernes pasado junto con su familia para pasar las vacaciones de Navidad, con las negociaciones para evitar el desastre fiscal en el limbo. Y ahora busca un acuerdo de último minuto para evitar masivos recortes de gastos y subidas de impuestos por un total de 600.000 millones de dólares, casi el 5% del PBI estadounidense.
Pese a que durante el receso de Navidad no hubo conversaciones entre los negociadores de ambos partidos, asesores de la Casa Blanca y legisladores demócratas están trabajando en una nueva propuesta que logre satisfacer a la oposición republicana.
El escenario más probable ahora es que el Senado vote antes del 1° de enero un proyecto de ley en el que está trabajando el líder de la mayoría demócrata en esa cámara, Harry Reid, en colaboración con la Casa Blanca. Esa propuesta sería una "medida provisional" para prorrogar los recortes impositivos aprobados durante el gobierno de George W. Bush a la mayoría de los ciudadanos y dejar que expiren para los más ricos.
La propuesta incluiría también algunos recortes de gasto a corto plazo, pero sería una especie de "parche" que dejaría para 2013 la negociación sobre un acuerdo fiscal completo.
La mayor incertidumbre ahora recae en si el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y sus compañeros de partido apoyarán la propuesta de Reid y votarán a favor de ella.
Además, de ser aprobada en el Senado, quedaría en manos del presidente de la Cámara de
Representantes, el republicano John Boehner, someterla a votación en esa cámara, donde la oposición tiene mayoría.
El presidente, con el objetivo de lograr un acuerdo, ya había hecho importantes concesiones, como él mismo recordó la semana pasada, al subir de 250.000 a 400.000 dólares anuales el umbral de los hogares que, a su juicio, deben pagar más impuestos, pero los republicanos se mostraron en contra de esta medida.
Mientras tanto, el llamado "plan B" presentado por Boehner fracasó estrepitosamente la semana pasada al no conseguir apoyos suficientes dentro de su propio partido.
La alternativa del presidente de la Cámara de Representantes contemplaba la subida de impuestos para aquellos hogares con ingresos anuales de más de un millón de dólares, y se topó con el enérgico rechazo de los congresistas del Tea Party, que se oponen al aumento de cargas fiscales a los ciudadanos.
De no llegar a un acuerdo en estos días determinantes, los impuestos aumentarán y se estima que las familias de clase media deberían afrontar un incremento promedio de unos 2200 dólares anuales. Los analistas advierten que este ajuste fiscal podría devolver a Estados Unidos a la recesión en el momento más inoportuno, cuando su economía todavía se está recuperando de la crisis de 2008.
Las noticias del retorno anticipado del presidente a la capital y el hecho de que el Senado tenga una sesión programada para hoy animaron ayer a los mercados y Wall Street abrió en alza, optimista ante la próxima reanudación de las negociaciones.
En tanto, el Departamento del Tesoro anunció ayer la primera de una serie de medidas de emergencia que debería retrasar en alrededor de dos meses el momento en el que el gobierno supere su autoridad legal de endeudamiento impuesta por el Congreso, cuya negociación esta enmarcada en el debate fiscal.
Si no se actúa, el Tesoro dijo que el país alcanzará su techo de deuda el 31 de diciembre, y el país caerá en default.
Agencias AP, ANSA, EFE y Reuters
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