La carrera hacia la Casa Blanca. Obama y Clinton, otra vez cara a cara
Esta noche los candidatos demócratas debatirán con la mirada puesta en las primarias de Pennsylvania
WASHINGTON (DPA).- Hillary Clinton y Barack Obama volverán a verse esta noche las caras en un nuevo debate televisado con miras a las primarias de Pennsylvania, comicios que llegan en un momento crítico de la interminable campaña demócrata hacia la presidencia de Estados Unidos.
La lucha en las urnas, que se reanuda el 22 de abril, está detenida desde que el 12 de marzo se votó en Mississippi. Pero la lucha en el terreno público está más enconada que nunca: en las últimas seis semanas ambos candidatos se lanzaron algunos de los ataques más fuertes desde que hace ya más de un año comenzó la campaña.
Clinton acusó a Obama de insultar a los votantes rurales de Pennsylvania al llamarlos "resentidos" y lo criticó duramente por no distanciarse de su pastor, Jeremiah Wright, que atacó durante años en sus sermones a la raza blanca y a los propios Estados Unidos.
Por su parte, Obama atacó a la ex primera dama por mentir sobre los inexistentes peligros en un viaje a Bosnia en los años 90, la acusó de hacer trampas por querer que se cuenten los resultados de Florida y Michigan y forzó la dimisión de una de las asesoras de Clinton, Geraldine Ferraro, por hacer comentarios sobre la raza del candidato.
El ambiente está tan enrarecido que el mismo presidente del partido, Howard Dean, hizo un llamamiento directo a los candidatos a poner fin a los ataques y a sus equipos a que "mantengan la boca cerrada".
La carrera está técnicamente bloqueada desde hace semanas: es imposible que ninguno de los dos alcance los 2.024 delegados necesarios para asegurarse la nominación y, por el reparto proporcional de delegados es matemáticamente muy difícil que Clinton alcance a Obama.
El senador por Illinois suma 1.415 delegados comprometidos contra 1.251 de Clinton, según las cuentas que realizan los especialistas. En tanto, en Pennsylvania se pondrán en juego 158 de los 566 que quedan por repartirse en las diez citas que restan.
Si uno de los dos no cede antes, la lucha llegará hasta la convención, que se celebrará en Denver del 25 al 28 de agosto, y la decidirán los 796 "superdelegados".
Pero son ya multitud las voces demócratas que advierten del peligro de ello, debido a que una lucha tan larga y tan cerca de las elecciones del 4 de noviembre podría entregar en bandeja la Casa Blanca al candidato republicano, John McCain.
Ante ese marco, Obama y Clinton volverán a verse las caras en el 21º debate de la campaña y con las cámaras de televisión de ABC como testigos. Hasta ahora, los dos candidatos supieron mantener las formas en sus encuentros televisados, pero la tensión esta vez amenaza con desbordarse.
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