Otra embarcación llegó a las Canarias
MADRID.- Una nueva embarcación con 72 inmigrantes africanos, entre ellos "ocho posibles menores", llegó en la madrugada de ayer a la isla de La Gomera, en el archipiélago español de las Canarias, informó un vocero de la delegación del gobierno.
Dos de los 72 inmigrantes, todos hombres, fueron hospitalizados en estado de gran debilidad, y los otros fueron conducidos al centro de recepción de la isla. Con esta nueva llegada, son cerca de 150 los inmigrantes clandestinos que arribaron a La Gomera en 24 horas. Anteayer había llegado otra embarcación con 80 clandestinos y el cadáver de un muchacho de 16 años, que murió durante el viaje.
Las llegadas de ilegales africanos se han convertido en habituales en el archipiélago español, situado en el Océano Atlántico, frente a las costas de Marruecos. Estos peligrosos viajes por mar en precarias condiciones se transforman a menudo en drama, como ocurrió a principios de mes cuando se descubrieron en una barca que llegó a Canarias cuatro cadáveres junto a 55 personas en estado de gran debilidad, dos de las cuales murieron poco después.
Pocos días antes, unos 30 inmigrantes africanos, entre ellos nueve niños que viajaban con sus madres, murieron en el Mediterráneo a causa del mal tiempo cuando intentaban llegar a la Costa del Sol desde Marruecos.
La nueva ola de llegadas a las costas españoles ocurrió al término de una semana en la que los países del norte y del sur de Europa se dividieron respecto de la política contra la inmigración, en especial sobre la iniciativa que prevé sanciones a quienes den empleo a personas en situación ilegal. Esa medida es propuesta por la presidencia de turno francesa de la UE.
Dos puntos dividieron a los países, la posibilidad de sanciones penales para quien acepte a inmigrantes en situación ilegal, y la definición de un objetivo mínimo a nivel europeo (cinco por ciento) de inspecciones en las empresas.
Alemania estuvo al frente de los países contrarios a imponer sanciones penales y a fijar niveles mínimos de inspecciones en los puestos de trabajo. "Hay otros modos para combatir el fenómeno de las admisiones «en negro» de los inmigrantes clandestinos", dijo el ministro de Interior alemán, Wolfgang Schauble. Suecia no se opuso a las inspecciones, siempre que las realice el estado miembro. En una línea similar, se expresaron Suecia, Holanda, Finlandia, Hungría, República Checa y Polonia.
La propuesta francesa obtuvo, en cambio, el pleno apoyo de la Comisión de la UE y de un amplio número de países, entre ellos Italia, España, Portugal y Grecia. Esos países, además de Estonia, Letonia, Lituania, Austria, Eslovenia, Bulgaria, Malta, Chipre y Bélgica, están de acuerdo con fijar una cuota mínima de inspecciones para quienes den empleo a personas en situación ilegal.