Otra masacre siria moviliza al mundo
Ban alertó sobre una “guerra civil” y Annan reconoció que su plan fracasó; Occidente busca sumar a Rusia para frenar la ola de violencia
BEIRUT.– El horror que despertó la segunda salvaje y brutal masacre en apenas dos semanas contra civiles indefensos en Siria dejó paso ayer a una renovada presión de la comunidad internacional contra el régimen de Bashar al-Assad, que redobló su desafío al bloquear el acceso a los observadores de la ONU que intentaban acceder a Mazraat al-Qabeer, la aldea donde se produjo la última matanza de 78 personas.
Tal como ocurrió hace dos semanas en Houla, donde 108 personas fueron masacradas (la mayoría de ellas mujeres y niños), la nueva matanza fue perpetrada por la milicia "shabeeha", que en las últimas semanas asumió un protagonismo inquietante en la revuelta (ver aparte).
La escalada de violencia en Siria en las últimas semanas hizo saltar por los aires el plan de paz impulsado por Kofi Annan , enviado de la ONU y la Liga Arabe. Los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL) declararon terminado ese plan y dieron por finalizada la frágil tregua. La dramática situación que vive el país llevó ayer a Annan a asumir un cambio de estrategia para el país árabe.
Más contundente se mostró el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que alertó sobre una "guerra civil inminente" en Siria. En la apertura de la sesión de la Asamblea General de la ONU, Ban calificó la última masacre como una "barbaridad indescriptible". Activistas de la oposición afirmaron que entre los muertos había unas 40 mujeres y niños, y divulgaron en Internet imágenes de cuerpos ensangrentados de supuestas víctimas del ataque.
Según el general Robert Mood, jefe de la misión de la ONU en Siria, el ejército impidió el acceso a Mazraat al-Qabeer de un grupo de observadores que pretendía verificar las denuncias de la oposición. "Los frenaron en controles militares", dijo Mood. En su retirada, uno de los vehículos del convoy de observadores recibió el impacto de un disparo. "Entrar en Al-Qabeer puede poner en riesgo la seguridad de nuestros observadores", subrayó Mood.
Al igual que ocurrió tras la matanza de Houla, el régimen sirio rechazó ayer su responsabilidad en la nueva masacre y volvió a responsabilizar a "grupos terroristas" de los ataques en la aldea de Hama. Desde que comenzaron las revueltas hace 15 meses murieron en Siria unas 13.000 personas, la mayoría civiles, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En el terreno diplomático, las potencias occidentales preparan una nueva ofensiva contra el régimen. La Casa Blanca señaló que la masacre fue "un acto atroz contra civiles" y pidió a los países aliados del régimen, en clara referencia a Rusia y China, que frenen su apoyo a Al-Assad a fin de impulsar una transición política en el país. Moscú y Pekín bloquearon varias resoluciones de la ONU contra el gobierno sirio.
Mientras las posibilidades de éxito del plan de Annan se desvanecen, Hillary Clinton movió nuevas piezas con el fin de arrinconar a Al-Assad. La secretaria de Estado norteamericana envió a Moscú a su asesor para Siria, Fred Hof, que se reunirá hoy con funcionarios rusos para tratar de acercar posiciones. Para Washington, la salida de Al-Assad del poder es una condición sine qua non para una resolución del conflicto.
Desde Estambul, Clinton exigió al presidente sirio que traspase el poder y abandone el país. "Mucha gente en Siria aún apoya al régimen de Al-Assad porque teme un cambio; tenemos que convencerlos, mostrando que nosotros [Occidente] apoyamos una Siria que incluye a todos", dijo Clinton. Como ejemplo, la secretaria de Estado evocó el caso de Yemen, donde la transición se puso en marcha "tras más de un año de enormes esfuerzos diplomáticos". La presión internacional y la amenaza de guerra civil obligaron al presidente Ali Abdulah Saleh a abandonar el cargo y cederlo a su vicepresidente.
En cualquier caso, Estados Unidos reconoce que la situación en Siria dista mucho de la que provocó la caída de Saleh en Yemen. "La violencia parece empeorar y hay que reconocer que aún no hemos tenido éxito, pero creo que nos movemos en la dirección correcta", agregó Clinton.
Apoyo europeo
La estrategia de la Casa Blanca fue refrendada por la Unión Europea. El canciller alemán, Guido Westerwelle, que participó también en Estambul en una reunión sobre la situación en Siria, destacó la importancia de sumar a Moscú en un proceso de paz. "Rusia debe entender que no se trata de reducir su influencia estratégica, sino de salvar vidas humanas", dijo Westerwelle. Europa y Estados Unidos se comprometieron a estrechar su colaboración con la oposición siria, con la que se reunirán en Estambul el 15 y el 16 próximos para establecer un grupo de coordinación.
Al mismo tiempo, ayer se confirmó la celebración de una nueva cumbre de los Amigos de Siria el 6 de julio en París.
Planes para Siria
- Al-Assad, fuera. Estados Unidos, con el apoyo de la Unión Europea, plantea como condición imprescindible para alcanzar la paz en Siria la salida del poder de Bashar Al-Assad.
- Rusia y China. Los esfuerzos diplomáticos se centran en sumar a Moscú y Pekín a un acuerdo para poner fin al conflicto. Ambos países han bloqueado las resoluciones de la ONU.
- Transición. Una vez que Al-Assad abandone el poder, se entablarían negociaciones, con el concurso de la oposición, para crear un gobierno de transición que dé lugar a una Siria democrática.
Agencias AP, DPA, EFE y Reuters
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