Dentro de una semana, elecciones en Italia: entrevista de LA NACION con el canciller saliente. Para D´ Alema, con Berlusconi pierde América latina
Dijo que su triunfo será una "desgracia"
NAPOLES.- El canciller saliente de Italia, Massimo D Alema, uno de los políticos más prestigiosos del país y figura determinante del Partido Democrático (PD), de centroizquierda, no tiene dudas: si Silvio Berlusconi gana las elecciones del 13 y 14 de abril próximos las relaciones con América latina sufrirán un duro revés.
Así lo afirmó a LA NACION en una entrevista junto con otros cinco medios, a bordo de un tren de alta velocidad que iba rumbo a Nápoles, en la que aseguró también que "será una desgracia" si el ex premier Berlusconi, líder del Partido del Pueblo de la Libertad (PDL), de derecha, gana la contienda electoral.
Más allá de que los sondeos dicen que el Cavaliere es el gran favorito, D Alema, de 59 años, consideró que el resultado de los comicios es "difícilmente previsible". Y que, en todo caso, será "muy ajustado", por lo que el ganador tendrá un espacio de acción "muy limitado".
Pese a haber sido miembro del hoy difunto Partido Comunista Italiano (PCI), el ex premier, denominado aquí "el líder Máximo", aseguró que uno de los problemas actuales de Italia es que no tiene "una verdadera derecha liberal".
-¿Qué opina de las denuncias sobre posibles fraudes con el voto en el exterior que hizo hace unos días Berlusconi, refiriéndose especialmente a la Argentina?
-Nosotros estamos intentando garantizar la regularidad. Naturalmente estamos siguiendo el tema, y pudo haber algún problema, algunos casos de personas que no recibieron el sobre electoral, o Estados donde fueron impresos más sobres de los necesarios...
-¿Está preocupado?
-¡No! Son problemas que surgen siempre debido a la complejidad del sistema, y debido a que la estructura consular nuestra es bastante limitada. Pienso que estos problemas se pueden resolver con la colaboración de todos. No creo que haya alguna fuerza oscura que está actuando para manipular las elecciones... esto forma parte de la mentalidad distorsionada de Berlusconi...
-Usted ha viajado mucho por América latina, se ha ocupado especialmente de las relaciones entre la Unión Europea y el Mercosur, y en los dos años de gobierno de Romano Prodi las relaciones con la Argentina han tenido un relanzamiento. ¿Qué va a pasar con América latina si gana Berlusconi? ¿Volverán a enfriarse las relaciones entre Italia y América latina?
-Espero que no, por nuestro país. Pero, claro, si tengo que juzgar sobre la base de la experiencia de los cinco años de gobierno de Berlusconi, estas relaciones alcanzaron su mínimo histórico, y ciertamente ésa no es una buena premisa. Por ahora yo trato de evitar esta desgracia de que haya un gobierno de Berlusconi. Antes de comentar qué pasará con el gobierno de Berlusconi, prefiero decirle que con el gobierno de Walter Veltroni [candidato del PD] las relaciones con América latina mejorarán ulteriormente.
-¿Por qué hay tanto malestar en Italia?
-El problema italiano es que hace falta un gobierno capaz de introducir un fuerte elemento de liberalización de la sociedad sin romper la cohesión de la sociedad. Aunque parezca mentira, en Italia la única fuerza que ha tomado medidas liberales fue la centroizquierda. Los gobiernos de centroderecha han siempre expandido el gasto público. Los únicos gobiernos que redujeron los gastos corrientes fueron los de centroizquierda, y es muy curioso. Sería muy útil tener una verdadera derecha liberal, pero no existe. Porque no es cierto que liberalizar la economía es un signo conservador en lo social, sino que en verdad crea la posibilidad de movilidad social. Pero tenemos que vencer muchas resistencias.
-¿Quién se resiste al cambio?
-Los intereses constituidos, los localismos, las antiguas tradiciones corporativas, como la de los taxistas, que no quieren que haya más licencias. Y Berlusconi es la suma de todo eso.
-¿El PD, en cambio, qué hará?
-El PD es una fuerza reformista que quiere cambiar el país. Representa un giro determinante en la política italiana, porque el partido decidió correr solo, y se liberó de la izquierda ideológica, extremista. El PD significa la simplificación de la política y un freno a la fragmentación. Lamentablemente, antes de ir al voto no hicimos las reformas institucionales necesarias. Hubiéramos podido hacer una nueva ley electoral si Berlusconi no hubiera tenido esa obsesión existencial de ir a elecciones. El país no necesitaba elecciones, sino que necesitaba un gobierno de tregua. Pero él quería una revancha personal.
-¿Qué hubiera tenido que hacer este gobierno de tregua?
-Una reforma electoral; una reforma constitucional para reforzar el poder del gobierno nacional y reducir a la mitad la clase política, y una seria reforma de la administración pública. Pero Berlusconi no quiso, y tiene una gran responsabilidad. Berlusconi no quiere a su país.
-¿Qué va a pasar con las elecciones?
-El resultado en el Senado es totalmente imprevisible, como la lotería. En la Cámara de Diputados la ley es mayoritaria y sólo basta un voto de más para ganar. Pero si la coalición que gana obtiene entre el 40 y el 44% de los votos, no tendrá la fuerza necesaria para hacer las reformas, y se corre el riesgo de que haya un poder dividido.
-Usted es pesimista... porque está hablando de empate...
-Va a ser un resultado muy ajustado. El que gane gobernará el país, pero dudo de que pueda hacer las reformas. Si ganamos nosotros buscaremos el diálogo, y el país tendrá la garantía de que las reformas se harán.
lanacionar