Para defenderse de los turistas "toco y me voy", Venecia cobrará entrada
ROMA.- Para defenderse y controlar los crecientes flujos de turistas "toco y me voy", Venecia comenzará a cobrar una entrada de entre 3 y 10 euros a quienes lleguen a la ciudad para una excursión rápida, sin quedarse a dormir.
Así lo confirmó hoy el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, que ilustró ante corresponsales extranjeros los alcances de la denominada "contribución de acceso", una medida polémica que comenzará a funcionar en los próximos meses de forma experimental.
"No quiero dar la impresión de que Venecia se cierra, lo que queremos es defender la ciudad para nosotros y para los que vendrán después, porque Venecia es una maravilla del mundo", señaló Brugnaro, empresario que está al frente de la ciudad de los canales desde mediados de 2015, respaldado por diversos partidos de derecha.
Brugnaro dijo que aún no hay fecha exacta de la entrada en vigor de la entrada o ticket a la ciudad de las góndolas. Aunque adelantó que probablemente comenzará en el verano italiano , es decir, en junio próximo. "Se trata de una medida que no existe en ninguna parte del mundo, que fue aprobada por un ley estatal a fines de diciembre pasado y reglamentada ahora por la comuna, que deberá ser respetada", afirmó. El objetivo del pago de la entrada no es "hacer caja", sino controlar el enorme flujo de personas que visitan Venecia solo por la jornada. Y, al mismo tiempo, cubrir los enormes costos de limpieza y manutención de una ciudad única, que vive sobre el mar.
"El objetivo es manejar mejor la ciudad y que todos vivan mejor. Si bien queremos seguir recibiendo a turistas, también queremos seguir viviendo en Venecia con buena calidad de vida, educación, decoro. Queremos poder seguir llevando los niños al jardín de infantes", subrayó.
"Sólo la limpieza del centro histórico, que se realiza a mano, todos los días, con carritos, cuesta 30 millones de euros anuales, que son costos que recaen sobre los ciudadanos. El dinero que se recaudará, en forma transparente será utilizado para cubrir este gasto", agregó. Al respecto, estimó que tampoco piensan ganar mucha plata. "Alrededor de 3 millones de euros este año, una cifra que no es nada para Venecia", dijo.
Estarán eximidos del pago quienes nacieron en la ciudad, quienes se alojan en un hotel -donde ya se cobra una tasa de tres euros diaria-, niños menores de 6 años, discapacitados y acompañantes y otras categorías.
Como se trata de un mecanismo nuevo, durante este año el costo de la "entrada" será siempre de tres euros. Pero a partir del 1 de enero de 2020 el costo será el doble, es decir, 6 euros, salvo que el turista decida viajar en un día "verde" -muy baja temporada-, que costará 3 euros; "rojo" -temporada alta-, que costará 8 euros; o "negro" -momento excepcionalmente crítico-, de 10 euros. El costo de la "entrada" estará englobado en el pasaje de tren, autobús, nave u otro medio de transporte utilizado para llegar.
"El objetivo no es desincentivar a los turistas, sino ayudarlos a planear mejor su visita a la ciudad", explicó el alcalde, que ya puso en marcha un "cuenta-personas", molinetes y vallas para controlar mejor los flujos de turistas en momentos calientes, como el reciente Carnaval.
"Queremos una ciudad abierta, queremos que todos en la vida puedan venir una vez a Venecia, pero la ciudad tiene que estar intacta", sostuvo Brugnaro, que aseguró que si bien todos tienen el derecho a entrar y a disfrutar de Venecia -patrimonio de la Unesco-, la ciudad debe ser respetada.
Justamente por esto durante su gestión la comuna puso en marcha una serie de multas para intentar contrarrestar a los turistas maleducados que degradan a Venecia, se zambullen en los canales, deambulan semis-desnudos o hacen picnics en el suelo. "Empezamos a multar a los que comen por la calle con multas de hasta 500 euros y el otro día dos turistas que hicieron pipí sobre un muro de la Basílica de San Marcos tuvieron que pagar 3000 euros por cabeza, el pipí más caro del mundo", contó el acalde.
"Lo primero es la educación", resaltó Brugnaro, que llamó a los turistas del mundo a no considerar a Venecia "una etapa de una gira por Europa, sino un viaje en sí mismo, más largo, porque hacen falta tres o cuatro días para ver y sentir una ciudad que siempre fue una puerta al Oriente y poder ver sus amaneceres y atardeceres".
Preguntado por cuántos turistas suelen visitar anualmente a Venecia, Brugnaro cuestionó a quienes aseguran que recibe 30 millones de turistas por año. "¿Pero quién lo dijo? ¿Cómo lo midieron?", preguntó. "Desde hace años que muchos dicen tonterías. La verdad es que no sabemos cuántos turistas vienen anualmente a Venecia. Todos hablan pero no tenemos las cifras y lo bueno de la 'contribución de acceso' es que ahora podremos hacer cálculos serios", aseguró.
"No queremos crear un estado de policía, esta medida es positiva, es para que se entienda que esta ciudad es delicada", insistió, al augurar, finalmente, que esta novedad pueda, quizás, servir como modelo a otras ciudades de Europa.
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