"Parece agosto": Madrid se paraliza y empieza un éxodo por el coronavirus
MADRID.– "Parece agosto", dicen los madrileños, que usan esta expresión para referirse al mes de verano en el que el tránsito disminuye notablemente, en el que tantos bares y restaurantes cierran, aquellas semanas en las que los locales y los turistas le escapan al sofocante calor del asfalto dentro sus hogares. La crisis por el coronavirus adelantó los tiempos.
Los espacios de juegos para chicos en las calles amanecieron con los precintos que impiden su paso y utilización. Las terrazas, las mesas al aire libre sobre la vereda, para cumplir con la orden del gobierno español, cerraron anoche su servicio. Horas más tarde, una sociedad expectante ante nuevas medidas escuchó con atención el mensaje del presidente Pedro Sánchez , a las 15, el horario en el que se emite el noticiero de la TV Pública. En este discurso anunció el estado de alarma por 15 días, una medida que busca limitar la circulación o la permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados.
En las últimas horas de hoy, las rutas nacionales mostraban un notable flujo de Madrid hacia otras ciudades. A pesar de las recomendaciones y de los carteles luminosos que anunciaban "Mejor quédate en casa", por ejemplo, la autovía A-4 estuvo una hora colapsada luego el anuncio de Sánchez. Las cámaras de la Dirección General de Tráfico registraron este flujo masivo de madrileños con dirección al sur de la península. También había embotellamientos en dirección a Cantabria y en el ingreso a Almería.
Madrid es hoy una ciudad silenciosa. Además del notable descenso de pasajeros en el transporte público –según estimaciones oficiales, hasta un 45% menos en el metro con respecto al viernes de la semana pasada– el tránsito es fluido y poca gente circula por la calle. Los supermercados permanecen abiertos y las pocas personas en la calle son quienes pasean a sus mascotas, quienes buscan algunos víveres –los supermercados siguen abiertos–, y los trabajadores de una empresa de delivery, quienes aguardan cerca de locales de comida trasladar algún pedido, o los deportistas que no quieren faltar a su rutina de ejercicios (a pesar de que las autoridades desestimen incluso esta actividad).
Victoria es dueña de un restaurante en Lavapiés y después de brindar el servicio del almuerzo que coincidió con el anuncio de Sánchez, dio aviso a sus empleados del cese de las actividades y llenó bolsas con la comida de las heladeras cuya fecha de vencimiento es anterior a los 15 días del estado de alarma. En lugar de caminar de regreso a su casa, tomó un taxi. El conductor, antes de que subiera, le preguntó hacia dónde se dirigía con esas bolsas. Aquellos que marchan fuera de la ciudad, incluso aunque sus familias se encuentren allí, son mal vistos por algunos, pues expanden el virus cuyo epicentro se encuentra en la capital.
Cerrar la región de Madrid es una de las opciones que las autoridades dirimen para evitar que algunos practiquen "la picaresca", es decir, que tomen estos días en los que los chicos no deben asistir al colegio, en la que las obligaciones profesionales de muchos merman, y el buen clima, para viajar a sitios de veraneo. Es de este modo cómo, según los expertos, algunos sitios que estaban libres de este virus, se contagiaron.
En algunos grupos de WhatsApp circula la petición de que los hospitales y clínicas privadas abran su espacio a pacientes de la salud pública, aún no desbordada, pero funcionando en su máxima capacidad. A su vez, algunos empresarios hoteleros han ofrecido las camas de sus habitaciones para atender a los pacientes. Tal es el caso de Kike Sarasola, quien ofreció dos de sus hoteles para este fin. "Estamos solo en la primera fase del combate contra el virus. Nos esperan semanas muy duras. No cabe descartar que alcancemos los 10.000 afectados la próxima semana", dijo Sánchez.
Germán es científico y aunque trabaja en un laboratorio investigando recursos renovables, las autoridades del centro les pidieron a sus empleados que solo acudan al mismo en la medida en que sus tareas resulten indispensables. De este modo, Germán regresó a su casa con el CPU de su trabajo (donde tiene algunos programas instalados), para continuar sus tareas desde casa. Sin embargo, no podrá desempeñar todas sus funciones plenamente. Al principio, el teletrabajo había sido la alternativa que muchas empresas les brindaban a sus empleados, pero ya se está convirtiendo en una medida general.
A pesar de que se señala y reitera en los medios de comunicación que los barbijos deben ser utilizados solo por aquellos que padecen algunos de los síntomas del virus, se advierte que cada vez más personas lo utilizan, incluso algunos padres que salen a pasear con sus pequeños.
Madrid y España cerraron todas las puertas de su copiosa oferta cultural (museos, bibliotecas, teatros, centros culturales). Se deben buscar alternativas para los 15 días en los que no se esté desempeñando tareas de teletrabajo y una de ellas es el servicio de streaming. La plataforma Teatroteca, ofrece un servicio en el que los usuarios pueden ver representaciones de teatro de salas oficiales. En menos de tres días, el número de suscriptores de este servicio gratuito aumentó un 10%. Además, Movistar anunció que abrió por un mes su plataforma de series y películas a todos sus usuarios, no solo a los que pagan por este servicio, para colaborar con la sociedad. En particular, los padres de los más chicos agradecen la posibilidad de acceder a ocho nuevos canales infantiles.
Los supermercados están abastecidos y parece haber vuelto el escenario a la normalidad. Quizá algunos productos, como el arroz, evidencien la preferencia de ciertos alimentos no perecederos. La histeria de los días iniciales parece haberse detenido, aunque la preocupación persiste.
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