Peligra Airbnb: Madrid le declara la guerra a los “departamentos turísticos”
MADRID.- Se los acusa de encarecer hasta volver prohibitivo el precio del alquiler para residentes y de cambiar el perfil de las ciudades para volverlas un parque turístico.
El gobierno progresista de la ciudad de Madrid decidió plantar cara a los llamados "pisos turísticos" que se alquilan a través de plataformas digitales con un nuevo reglamento que, se estima, amenaza la existencia del 90% de ellos.
"Tenemos que terminar con un fenómeno que lo que hace es complicar la vida de los residentes y torpedear el turismo de calidad", explicaron desde el gobierno de Manuela Carmena, la alcaldesa que promovió la medida.
La nueva normativa se aprobó en una agitada sesión del parlamento regional, cuyas tribunas fueron ocupadas por representantes de las plataformas digitales y grandes inversores, propietarios de decenas de departamentos de alquiler temporal.
Visiblemente molestos, manifestaron ruidosamente su desacuerdo. "Estamos ante un gobierno de izquierdas que lo que hace es castigar a la iniciativa privada y la libertad de emprendedores", dijeron. Algunos llegaron a la amenaza.
Airbnb, en alerta
"Ya hemos demandado al consistorio regional porque no tiene competencia para legislar de esta manera", dijeron directivos de la Asociación de Gestores de Apartamentos Turísticos y Vacacionales de Madrid (Asotur), que representa a un millar de propietarios.
Las plataformas Airbnb y Homeaway, de las más populares en esta ciudad, podrían ver afectada la gran mayoría de las propiedades que ofrecen en alquiler temporal.
Las cifras oficiales dicen que hoy en Madrid se ofrecen más de 10.000 departamentos de alquiler turístico. Casi todos ellos, en la zona del centro.
Burbuja del alquiler
El fenómeno, poco menos que desconocido hace cinco años, hizo que se disparara el precio de los alquileres hasta virtualmente duplicarlo en ese mismo plazo.
Hoy, por un departamento oscuro de apenas 30 metros en la zona centro se piden 750 euros mensuales de alquiler, cuando hace cinco años no pasaba de los 400. Con suerte.
"Es verdad que nosotros aún no tenemos un fenómeno de masificación turística, como ocurre con Amsterdam y Venecia, que hasta tuvieron que poner tornos para regular el acceso de visitantes a algunas zonas de la ciudad", admitió el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo.
"Pero también lo es que estamos obligados a actuar mientras tengamos margen de maniobra", agregó.
Básicamente lo que hace la medida, aprobada con el rechazo de partidos de derecha y de centro, es establecer una nueva normativa que cambia la cara al negocio y que, en caso de no cumplirse, volverá "ilegal" a la práctica totalidad de los departamentos que hoy se ofrecen en Madrid a través de plataformas digitales.
En líneas generales, lo que se establece es que sólo quedan habilitadas para ese fin las viviendas que tengan un acceso individual. Es decir, que no tengan que compartir un portal con el resto de vecinos del edificio.
En caso contrario, será necesario un permiso del resto del consorcio para prestar el departamento a lo que se considera una "actividad comercial". Algo parecido a la autorización que en Buenos Aires el reglamento de propiedad da –o no- para "uso profesional".
Sólo 90 días
La otra gran limitación es que el alquiler temporal sólo se habilitará para 90 días al año. Pasada esa franquicia, la propiedad deberá inscribirse como de "actividad comercial" y tributar con mayor carga.
Las restricciones sólo aplican para el radio céntrico y para los barrios más demandados de Madrid, como Salamanca y Chamberí. Para el resto de la región no hay mayores alteraciones.
"Justamente lo que queremos no es terminar con una actividad sino distribuirla, de modo que el peso y el beneficio sea más equitativo", dijo Calvo.
Aseguró que la sobre explotación turística de la propiedad en la zona centro llevó a que, por ejemplo, en el barrio de Sol, uno de los más populares entre los visitantes, "hoy haya dos turistas por cada residente", con el cambio abrupto de perfil que eso implica.
"Esto se llama turistificación y pérdida de identidad y lo que queremos en Madrid, y como patriotas madrileños deberían apoyarnos todos, es preservar la identidad de los barrios, también del centro", sostuvo el funcionario.
La norma resultó aprobada pese al rechazo de agrupaciones de centro y de derecha. "No hay ningún vecino que quiera tener al lado haya este tipo de vivienda", admitió el vocero del derechista Partido Popular (PP) y candidato a la Alcaldía, José Luis Martínez-Almeida.
Sin embargo, disintió con el camino elegido. "No estamos de acuerdo con que se ilegalice al 95 por ciento de las viviendas que se ofrecen en alquiler. Más acertado nos parecería una nueva reglamentación que les imponga un nuevo régimen fiscal", dijo.
Por el momento, el gobierno regional lleva ganando la batalla, en una puja que muchos asimilan a la librada con las plataformas digitales de autos de alquiler. Uber, entre ellas.